Hay cientos de bancos (de sentarse, de los otros cada vez quedan menos) diseminados sin orden, ni criterio por Salamanca. En algunos lugares se cuentan por decenas, todos apiñados y orientados no se sabe donde, pero en el centro de la ciudad, en el casco histórico, calles y plazas por donde caminan los turistas buscando las maravillas de Salamanca, son casi testimoniales.
De hecho, en la Plaza Mayor solo hay doce bancos de piedra, sin respaldo, que cuando se organiza un evento como el de este fin de semana, solo quedan tres libres y gratis para el peatón. En las calles aledañas a la Plaza Mayor, los asientos gratuitos son escasos para el turista o paseante en Salamanca.
Hecho que choca directamente con lo que pregonan desde el Ayuntamiento, donde aseguran que los ciudadanos son lo prioritario. Pero, en este caso o los salmantinos se quedan en casa o los turistas pagan por tomar asiento, porque desde el consistorio, al menos en el centro, sentarse tiene un precio.
2 comentarios en «Sentarse tiene un precio en Salamanca»
Totalmente de acuerdo, yo q necesito un banco cada poco, no encuentro, voy con mi bastón y solo veo terrazas privadas
La ciudad vista como centro de consumo, no como espacio en el que vivimos 150.000 personas. Si tienes otro sitio mejor para vivir (con un trabajo, etc), te vas.