[dropcap]L[/dropcap]os barrios también tienen interés, aunque su escaso patrimonio artístico-cultural pase desapercibido hasta para los residentes. Con estos artículos tratamos de demostrar que el barrio más poblado de Salamanca, pese a la nefasta planificación y nulo atractivo de sus calles y escasas plazas, posee también espacios para el arte y la creatividad.
Aludíamos en la columna anterior a los edificios de los últimos veinticinco años, entre los que destaca el de Vialia, que en 2002 ganó dos prestigiosos premios internacionales de arquitectura en Francia y EEUU. Pero en el barrio subsisten todavía algunas viviendas casi centenarias. Sin ser de primer nivel, quedan como testimonio de la primera zona noble del barrio, construida entre las vías del ferrocarril y las casas originales de Garrido y Bermejo de la actual avenida de Alfonso IX. Nos referimos a las construcciones racionalistas de los años treinta.
Se conservan cinco entre la Avenida de Portugal, esquina de los Ovalle, y María Auxiliadora. Sobresale la situada entre las calles María Auxiliadora y Juan de Argüelles, que actualmente es un restaurante. Dominan los volúmenes con sentido de lo horizontal, la sobriedad y las formas puras con predominio de la recta, aunque en esta casa, al hacer esquina, se evita el ángulo con un logrado chaflán curvo que da continuidad a la fachada. Por supuesto, la ausencia absoluta de decoración es una de las notas definitorias de esta nueva forma de construir que nace en Alemania a partir de la Bauhaus. A ello se debe también la apertura de un gran vano en el piso superior y la abundancia de ventanales en el inferior, con el cristal cobrando un protagonismo por entonces desconocido.
Cerca de estos edificios está la escultura Radio Estrella, realizada por José Luis Coomonte en 1975 y adquirida por el Ayuntamiento en 2010 para ubicarla en la pequeña rotonda de los Ovalle, junto al aparcamiento de los salesianos. Está realizada en hierro forjado y colocada sobre un pedestal de hormigón. Coomonte, más conocido en Salamanca por su monumento a la Constitución, se inició en el cubismo y evolucionó hacia la abstracción, sobre todo en la escultura urbana. Sobresalió en la forja, con la que ha desarrollado un lenguaje propio e imaginativo, con propuestas de collages tridimensionales.
De otros escultores destacados hay en Garrido algunas buenas piezas en ámbitos más privados, como los portales de los edificios. Destaca una buena escultura de Ángel Mateos en un piso de María Auxiliadora, casi enfrente de El Corte Inglés. Este artista de Villavieja, recientemente fallecido, destacó por su trabajo en el hormigón.
En la calle Núñez de Balboa encontramos en otro portal una pequeña escultura en piedra de la serie A la familia, de Juan Pérez González. La obra principal está en la glorieta de los Milagros, al final de la Vaguada, aunque su primer emplazamiento fue la Plaza España. O en la capilla de los misioneros de Marianhill, en la calle Los Zúñiga, se pueden contemplar un buen crucificado de Enrique Orejudo, varias esculturas talladas en Alemania y algunas extraordinarias piezas de artesanía africana.