Clare Brown, una australiana de 26 años, no tendrá acceso a la herencia de más de 11 millones de euros que le ha dejado su padre. El motivo es simple, la heredera se niega a cumplir la condición requerida por su padre de tener un trabajo estable.
Según ha contado la propia Brown en el programa ‘A Current Affair’, ha heredado 12 millones de dólares (unos 11,4 millones de euros) tras la muerte de su padre. Pese a ello, la joven no tiene acceso al dinero porque no quiere cumplir con una condición que estableció el fallecido en su testamento. Para heredar, el padre puso el requisito de que su hija tuviese un trabajo fijo y “aportar algo a la sociedad”.
La chica ha argumentado que las condiciones de la herencia son poco realistas debido a su estado de salud. Además, lamenta que esta situación le está provocando estar “arruinada” y viviendo de ayudas sociales. “A mi familia le diría que me dieran lo que es mío por derecho. Estoy sufriendo. Entiendo por qué quieren que sea un miembro fundacional de la sociedad. Sin embargo, tienen que mirar mi diagnóstico y darse cuenta de que eso no va a suceder. No voy a aprender a conducir porque tengo TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). Tengo la capacidad de atención de un mosquito”, ha expuesto.
Mientras su padre vivía, le daba 500 dólares a la semana, pero como ese dinero le resultaba insuficiente, pedía ayuda al Gobierno. Tras la muerte de su progenitor, a principios de este año, Brown vive solamente de las ayudas, con su mujer Lauren y su hija en los suburbios al oeste de Sídney.
“Me he autodeterminado millonaria arruinada porque estoy arruinada constantemente y no puedo hacer nada al respecto”, ha explicado. La familia de la joven ha alegado que sus argumentos son solamente excusas. “Nos gustaría que consiguiera un trabajo y contribuyera a la sociedad. En lugar de aceptar los deseos de su padre fallecido, ha hecho lo contrario y ha demandado a su fideicomiso. No sabemos que hacer. No hemos hecho otra cosa que querer a Clare”, indican los familiares.