La ola de calor deja imágenes de personas refrescándose en fuentes, o donde pueden, comiendo helados, abanicándose, buscando la sombra y también juegos de luces debido a la calima.
Ese fenómeno se ha podido ver este jueves en Salamanca. La persistente calima que nos impide hacer una vida ‘normal’, deporte al aire libre, o simplemente a esas personas con factores de riesgo que no pueden salir a la calle.
«Si esto es progreso, que paren el mundo, que yo me bajo», decía Miguel Delibes
Pero seguimos hablando de «progreso, crecimiento, PIB, como si nada estuviera pasando», concluyen desde la Asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca