El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha desviado la responsabilidad del gobierno autonómico en lo referente a los recientes incendios forestales. En este sentido, ha culpado al ecologismo de la falta de mantenimiento de los bosques. Además, ha reconocido que tienen sospechas de que el origen de varios fuegos haya sido intencionado.
Este lunes, Juan Carlos Suárez-Quiñones ha sido entrevistado en ‘Hoy por hoy’ de la Cadena SER, con motivo de los incendios forestales que han abrasado Castilla y León en las últimas semanas. Asimismo, los servicios de emergencias continúan actuando en tres focos, en Ávila, Burgos y Zamora, donde se declararon tres fuegos este domingo de forma simultánea. Respecto a ellos, Suárez-Quiñones ha reconocido que la Junta sospecha del posible origen humano, de “forma intencional o imprudente”.
Por otro lado, ante las numerosas críticas al gobierno autonómico por su falta de previsión, el titular de Medio Ambiente ha desviado su atención hacia el ecologismo y su responsabilidad en los incendios producidos en Castilla y León. “Es un debate muy complejo. El tipo de territorio ha cambiado, las nuevas modas del ecologismo con los ríos… El ecologismo extremo no es la causa, pero sí uno de los elementos que hay que trabajar. Todos somos responsables del cuidado de los bosques”, ha indicado.
La Junta también ha recibido críticas de abandono del territorio. Ante ello, el consejero ha señalado que “tienen todo el derecho a quejarse. Tenemos que darles nuestro apoyo”. También ha explicado que “estamos ante una nueva realidad de incendios derivada de los efectos climáticos. Las causas son complejas y, aparte de luchar contra estas causas, tenemos que aumentar nuestra capacidad y dar una mayor respuesta posible. Los medios son finitos y siempre que haya más medios se hará mejor”.
Desde las organizaciones ecologistas han reprochado las palabras del consejero y le han pedido que dimita. Asimismo, han recordado que ellos venían desde hace tiempo alertando del peligro a grandes incendios que corrían tanto Castilla y León como otros territorios.
