El mes de julio fue en conjunto extremadamente cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 25,6 °C, valor que queda 2,7 °C por encima de la media de este mes (periodo de referencia: 1981-2010). Se trató del mes de julio y del mes en general más cálido desde el comienzo de la serie en 1961, habiendo superado en 0,2 °C a julio de 2015, que era hasta ahora el más cálido de la serie.
Julio fue extremadamente cálido en toda la España peninsular, excepto en zonas del norte de Galicia, Cantábrico oriental, valle del Ebro y sureste peninsular, donde resultó muy cálido. En Baleares tuvo un carácter muy cálido o extremadamente cálido, mientras que en Canarias fue muy cálido en la mayoría de las zonas.
Las anomalías térmicas llegaron a estar 4 ºC por encima de lo normal en Galicia, centro y sur de Castilla y León, Comunidad de Madrid, Extremadura, oeste de Castilla-La Mancha y en puntos del interior de Andalucía y Pirineos, incluso con anomalías próximas a 5 ºC en puntos de estas regiones. Las temperaturas máximas diarias quedaron en promedio 3,3 °C por encima del valor normal, mientras que las mínimas se situaron 2,2 °C por encima de la media, resultando una oscilación térmica diaria 1,1 °C superior a la normal del mes.
En veintinueve estaciones principales la temperatura media del mes resultó la más alta de cualquier mes desde el comienzo de las respectivas series. Además, en cuarenta y una estaciones principales la media mensual de las temperaturas máximas diarias resultó la más alta de la serie, mientras que en nueve la media de las mínimas fue también la más alta desde el comienzo de las observaciones.
Una excepcional ola de calor
En julio destacó la ola de calor, de excepcional duración e intensidad, que afectó a la España peninsular y Baleares entre los días 9 y 26, y que, con dieciocho días de duración, se convirtió en la segunda ola de calor más larga desde que hay registros en España, tan solo superada por la ola de calor que transcurrió del 27 de junio al 22 de julio de 2015, y que tuvo una duración de veintiséis días.
Además, la ola de calor afectó a 40 provincias, empatando con la más extensa hasta ahora, registrada en agosto de 2012, y también se trató de la ola de calor más intensa, con una anomalía de la ola de 4,8 ºC, superando con mucho a la ola de calor de agosto de 2021, la de mayor intensidad hasta ahora.
Los estudios de ola de calor se remontan en España a 1975 y con la información actualmente disponible, la ola de calor de julio de 2022 en la Península y Baleares es la más importante de la serie histórica por su intensidad, duración y extensión excepcionales.
Esta situación cálida fue debida a la presencia de un potente anticiclón atlántico que favoreció el desplazamiento de una masa de aire muy cálida de origen africano sobre la península ibérica y Baleares. Se registraron temperaturas, tanto máximas como mínimas, muy por encima de las normales para la época del año, llegando a alcanzar los 46 °C en Morón de la Frontera (Sevilla) el día 24 de julio.
Canarias también se vio afectada por este episodio, que dio lugar a dos sucesivas olas de calor en el archipiélago: la primera entre los días 9 y 11, y la segunda entre el 24 y el 26 de julio. En julio hubo además otros dos episodios cálidos: el primero entre los días 2 y 5, y el segundo desde el día 28 hasta el final del mes. En cuanto a episodios fríos, únicamente el día 1 las temperaturas se situaron por debajo de los valores normales para la época del año.
El tercer julio más seco del siglo actual
El mes de julio tuvo un carácter muy seco, con una precipitación media sobre la España peninsular de 8,6 mm, que representa el 49 % del valor normal del mes (periodo de referencia: 1981-2010). Se ha tratado del noveno mes de julio más seco desde el comienzo de la serie en 1961 y del más seco de los últimos quince años. Ha sido el tercero menos lluvioso del siglo XXI, por detrás de los meses de julio de los años 2005 y 2007. Por el contrario, en Canarias ha sido el tercer mes de julio más húmedo del siglo XXI.
En la Península, julio fue entre seco y muy seco en Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Castilla y León, Extremadura, Toledo, Soria y Cataluña oriental, llegando a ser extremadamente seco en zonas del extremo norte y de Burgos. En el sur de Navarra, La Rioja Baja, el suroeste de Cataluña, sureste de Aragón y Albacete tuvo carácter entre húmedo y muy húmedo; en el resto, el carácter fue normal. En Baleares fue entre seco y muy seco, salvo en Las Pitiusas que fue normal. En Canarias tuvo un carácter entre húmedo y muy húmedo en El Hierro, La Gomera y Gran Canaria; normal en La Palma y gran parte de Tenerife y Fuerteventura, y seco en Lanzarote.
Aunque las precipitaciones fueron bastante escasas en general, durante los primeros días del mes se llegaron a superar los 40 mm en zonas de Teruel y La Rioja. Esa cifra también se superó en la parte final de julio en los Pirineos, interior de Cataluña, Teruel e interior de Castellón.