Una mujer denunció el pasado 9 de agosto el ataque de un buitre mientras paseaba por un camino dentro del término municipal de Valsalabroso, en la comarca de Vitigudino. Así lo reveló este viernes la organización agrario UPA, quien exigió mediante un comunicado recogido por Ical un mayor control “más riguroso” de esos animales a la Junta de Castilla y León.
La denuncia interpuesta en las dependencias de la Guardia Civil recoge que la mujer se encontraba paseando por el camino que une Valsalabroso con Cabeza del Caballo cuando fue atacada por un buitre. Según desveló UPA, el incidente no pasó a mayores porque pudo resguardarse en un zarzal mientras “se defendía como podía” del animal. Poco después, tuvo que acudir al centro médico de Vitigudino por erosiones múltiples en brazos y piernas al adentrarse entre la vegetación.
Así, UPA reclamó “por enésima vez” a la Junta de Castilla y León un “riguroso control” de buitres en la región tras los “continuos ataques a explotaciones ganaderas”, además de la denuncia de esta persona. “UPA lleva advirtiendo desde hace tiempo del peligro de la gran cantidad de buitres que se han expandido por todo el territorio regional al tratarse de una especie protegida, y más cuando no tienen suficiente carroña en el monte debido a que cada vez hay menos explotaciones ganaderas y también a las restricciones de muladares a partir de la enfermedad de las vacas locas”, apuntó la organización.
Además, UPA recordó que en el mismo término municipal de Valsalabroso se han producido ataques de buitres a animales vivos, “en los que la Administración regional se ha lavado las manos y no ha asumido los daños patrimoniales sufridos por los ganaderos, a pesar de los informes de los agentes medioambientales de la comarca salmantina”.
La organización aseguró que desde la Sección de Espacios Naturales y Especies Protegidas de la Junta descartan ataques a ejemplares de ganado sano y en libertad, sin embargo, UPA reclamó al Gobierno regional “que se tome muy en serio poner coto a esta política de cuantos más, mejor en relación a ejemplares de fauna salvaje”, puesto que “el comportamiento de estas aves carroñeras cada vez está siendo más agresiva por la ausencia de comida”.
“Nuestra organización lleva años denunciando la sobreabundancia de estas aves por todo el territorio regional, que han tenido un cambio en su hábito alimentario y se han convertido en verdaderas depredadoras además de carroñeras, lo que está provocando perjuicios muy elevados a los ganaderos de extensivo”, concluyó UPA.