El hijo del nuevo rey inglés Carlos III, Guillermo, y su esposa Kate han pasado a ser los nuevos príncipes de Gales. Asimismo, pasan a ostentar el ducado de Cornualles, lo que supone un considerable aumento en su fortuna.
Tras la muerte de Isabel II y el nombramiento como rey de Carlos III, su hijo mayor Guillermo pasa a ostentar los títulos y privilegios con que contaba su padre hasta convertirse en soberano. El actual heredero al trono inglés y su mujer, Kate Middleton, se han convertido en los nuevos duques de Cornualles. Este hecho va a suponer un importante incremento en la fortuna de ambos, que pasará de 2 a 22 millones anuales.
Según datos de la revista ‘Forbes’, el patrimonio de la fallecida Isabel II rondaría los 500 millones de euros. Entre sus propiedades hay desde castillos y palacios, hasta títulos, tierras y obras de arte. Pese a que el testamento está cerrado al público, sí se conoce que a las propiedades anteriormente citadas hay que añadirle otros negocios familiares, como el ‘Crown Estate’. Esto consiste en diversas tierras e inversiones que pertenecen a la corona y se gestionan de forma pública, reportando un porcentaje a los Windsor.
Por otro lado, también están los ducados de Lancaster y Cornualles, conocidos como el “bolsillo privado”, y que consisten en dos lucrativos títulos nobiliarios. El de Cornualles es un ducado creado en 1337 por Eduardo III y se hereda generación tras generación, recibiéndolo quien ostenta el título de príncipe de Gales, ahora Guillermo.
Atendiendo a las estimaciones de ‘Forbes’, los activos del ducado de Cornualles alcanzarían un valor de 1.288 millones de euros, cifra que Carlos III hizo pública hace años. Asimismo, habría que añadirle unos beneficios anuales de unos 22 millones de euros, de los cuales Carlos daba a Guillermo y Kate unos 2 millones. Ahora, tras obtener el título, dispondrán de la totalidad.