Ante el desmesurado aumento de precios, están ganando protagonismo infinidad de estrategias entre algunos comercios. Uno de los productos que más se ha encarecido es el combustible y, lo que muchos no saben, es que se puede comprobar en las gasolineras que el surtidor funciona correctamente y echa la misma cantidad que marca.
En los últimos tiempos, con un encarecimiento de precios por encima de lo normal, algunos fabricantes han optado por reducir el contenido de los productos, sin variar el precio. Esta práctica, legal, se conoce como reduflación.
En este contexto, los consumidores están prestando más atención, aunque en ciertas ocasiones no sea algo tan fácil. Uno de estos casos en los que es más difícil son los repostajes, en los que muchos se preguntan: “¿Realmente está entrando la misma cantidad de combustible que refleja el surtidor?”.
Para comprobar que el surtidor está correctamente calibrado, cualquier consumidor puede solicitar una prueba. Todas las gasolineras y estaciones de servicio están obligadas por ley a tener una probeta homologada y certificada para realizar dicha prueba. Además, están obligadas a realizar dicha comprobación en caso de que el cliente lo pida.
Generalmente, dichas probetas -similares a las de un laboratorio- son de 10 litros. Para realizar la comprobación, se debe marcar en el surtidor la cantidad de 10 litros, procediendo a echar el líquido en el matraz. Finalmente, cuando todo el combustible ha caído en el recipiente se debe comprobar que alcanza la marca de loa 10 litros.
Según se establece en la ley, el margen de error permitido es del 0,5%, por lo que si la cantidad del matraz está dentro del límite significa que el surtidor funciona correctamente. En caso contrario, la gasolinera se está saltando la ley, por lo que el cliente podrá denunciar al establecimiento por fraude.
