Como es tradición desde hace treinta y seis años, El Mariquelo ha subido a la torre de la Catedral Nueva de Salamanca. En esta ocasión, Ángel Rufino de Haro ha centrado sus peticiones en dos asociaciones salmantinas: Alcer y Ascol. La jornada lluviosa no ha impedido que cientos de personas hayan acudido a la Plaza de Anaya para presenciar la subida.
Este lunes, en una mañana pasada por agua, El Mariquelo ha culminado la XXXVI ascensión a la Catedral Nueva de Salamanca. A la ciudad han acudido varios grupos folklóricos, procedentes de distintos puntos de España, como Segovia y Huelva. Sin embargo, este año, no ha tenido lugar el tradicional pasacalles a caballo debido a que el Ayuntamiento no lo ha autorizado.
En su intervención, Ángel Rufino de Haro ha mencionado la guerra de Ucrania, así como el cambio climático y sus consecuencias como los incendios y la sequía. «Todo ello provoca víctimas, y hoy me quiero acordar de ellas», ha resaltado.
No obstante, las protagonistas en la petición de este año han sido las asociaciones salmantinas Alcer (Asociación para la lucha contra las enfermedades de riñón) y Ascol (Asociación contra la leucemia y enfermedades de la sangre). A ellas ha dado las gracias por su labor, y también ha pedido colaboración para que puedan continuar llevando a cabo su labor.