La amoxicilina pediátrica, algunos analgésicos, antidiabéticos,… son algunos de los 200 fármacos que escasean actualmente en las farmacias salmantinas. Pese a ello, los farmacéuticos advierten de que no hay que alarmarse, debido a que siempre hay sustitutos que sirven para “lo mismo”.
El pasado mes de noviembre, el Ministerio de Sanidad alertaba de problemas en el suministro de numerosos fármacos, que afectaban a todo tipo de patologías. Desde el Colegio de Farmacéuticos de Salamanca, su presidenta María Engracia Pérez reconoce problemas de escasez y puede llegar a haber «cerca de 200 medicamentos afectados«.
Matiza que hay momentos de escasez “continuamente y desde hace muchos años”. Sin embargo, “el problema es que ahora mismo está habiendo un mayor pico de medicamentos afectados que en otras ocasiones”.
Por ello, entre los afectados “el listado es muy grande” porque “afecta a muchas familias de medicamentos”. No obstante, los más “reseñables” son algunos como “la amoxicilina pediátrica, algunos analgésicos, antidiabéticos, etc.”, explica.
Por otro lado, también puede producirse que haya stock de algunos fármacos, pero en un determinado momento “el medicamento deja de salir del laboratorio para ser distribuido por las farmacias”. “Es algo que sucede normalmente”, añade.
En estos casos “en algunas farmacias los puedes encontrar por el simple hecho de que aún no han vendido lo que tenían”. Pese a ello, los afectados en este tipo de situaciones “no se conocen, porque los laboratorios no avisan. Tú un día lo pides y no viene”.
Asimismo, “en el momento en que deja de haber, el almacén puede mandar algunos por goteo… pero lo que hace normalmente es comunicar la falta de suministro al Ministerio de Sanidad. Entonces se marca el tiempo que durará el desabastecimiento. Lo que pasa es que esa fecha es raro que se cumpla, lo cual es uno de los principales problemas”, explica Pérez.
Los motivos
Tal y como ha expuesto la representante de las farmacias salmantinas, los problemas de desabastecimiento “se deben a razones que dependen de los laboratorios”. Sin embargo, lamenta que “no las explican, simplemente dejan de enviar el medicamento afectado y después ponen la fecha para reanudar ese servicio”.
Entre las razones más comunes, Pérez cita algunas como “los problemas en la fabricación, la falta de principio activo o de material de acondicionamiento (embalaje), retrasos en entregas de productos que necesitan, averías en la maquinaria, o incluso que económicamente no salga rentable”. “Puede deberse a múltiples razones”, matiza.
Además, en esta ocasión menciona “la alta demanda” de algunos productos como una de las cuestiones que han influido. “Por ejemplo, en el caso de la amoxicilina, este año puede haber alguna patología más a nivel de antibiótico por haber dejado de usar las mascarillas. Y puede que no se haya tenido un aprovisionamiento suficiente pensando que iba a haber menos”, explica.
No hay que preocuparse
Pese a todo ello, María Engracia Pérez insiste en que esta escasez de suministro “no debe ser motivo de preocupación. Rotundamente no”. “Los desabastecimientos, al final duran un tiempo. No quiere decir que el medicamento se vaya a dejar de fabricar, sino que el laboratorio por alguna razón ahora mismo no abastece”. También indica que “afecta por igual a todas las provincias”, por lo que “si hay desabastecimiento en Salamanca, lo hay en el resto de España”.
Para tranquilizar a la población, la farmacéutica recalca que “la mayoría de estos fármacos tienen sustituto que lo fabrica otro laboratorio exactamente igual, con el mismo precio, el mismo número de pastillas, etc. Y si no, el médico lo cambia por otro fármaco que sea muy similar y sirva para lo mismo”.
“Entonces, en ese sentido no hay ningún problema porque el farmacéutico le va a explicar al paciente cómo tiene que proceder. Además, muchas veces el paciente no se entera de que hay desabastecimiento de ese producto”, zanja la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Salamanca.
