Interrumpen una cita de ‘First Dates’ por la actitud de la soltera

“Pero ¿qué me han traído? ¡Si parece mi abuelo!”
Antonio y Celestina en 'First Dates' (Cuatro)

El presentador de ‘First Dates’, Carlos Sobera, se ha visto obligado a intervenir en una cita por la actitud que estaba teniendo la soltera. “Ay, no me gusta. Pero ¿qué me han traído? ¡Si parece mi abuelo!”, decía ella al verle. 

La cita de Celestina y Antonio en ‘First Dates’ no llegó ni a terminar debido a la penosa actitud que tuvo ella desde el principio. La soltera buscaba un hombre alto, moreno y que no fumase ni bebiese. Sin embargo, cuando vio a la persona que le proponía el programa tuvo claro que no era su tipo y se cerró en banda.

“Ay, no me gusta. Pero ¿qué me han traído? ¡Si parece mi abuelo! Es feísimo, ¿es que no le has visto tú? ¡Ay, qué feo de hombre!”, decía en el confesionario. “Soy de Albacete y llevo 15 años viudo, lo que me parece ya mucho tiempo. Busco a una mujer para convivir, para viajar, para hacer cosas juntos, para hacer lo que nos dé la gana”, se presentaba él.

Sin embargo, Celestina no se cortó un pelo y le espetó: “Me parece muy bien, pero me parece que eres una persona mayor para mí, aunque yo también lo sea”. Pese a ellos, tras preguntar Antonio cuántos años tenía ella, descubrió que ambos tenían la misma edad: 72 años. “Vamos a hablar, que hablando se entiende la gente”, pedía él.

Celestina, por su parte, no tenía ninguna intención de continuar con la cita. “Es que me ha caído tan gordo que no me salían las palabras”, reconocía ante la cámara. “No le he respondido a nada porque no me gustaba”, añadía. Por su parte, a Antonio se limitaba a decirle que ella está buscando “a otro tipo de hombre”.

Finalmente, Carlos Sobera tuvo que intervenir para poner fin al mal rato que estaba pasando Antonio. “Bueno, Celestina, que no es tu tipo, ¿no?”, preguntaba el presentador. “Me sabe mal porque lo veo que es muy educado y todo, pero no es mi tipo”, repetía ella. “Me he sentido un poco mal, pero me he dado cuenta de que el problema lo tenía ella. No sufro, pero me quedo con las ganas de cenar”, concluía él.

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