El empresariado salmantino muestra su cautela con el congreso Peace City World celebrado en Salamanca el pasado mes de enero. Si bien, desde Ceoe Cepyme Salamanca consideran que deben apoyar cualquier inversión, reconocen que se debe pasar de lo “futurible” a lo “realmente ejecutable”. Por su parte, CES no ha querido pronunciarse al respecto.
Dos semanas después de la celebración del congreso que trajo a Salamanca a once ‘jeques’ que iban a invertir miles de millones de euros la polémica no cesa. Ante el incesante goteo de novedades que se van conociendo y que desmontan el PWC, cada vez son más los que piensan que se trata de una farsa.
Desde títulos universitarios o tarjetas de visita falsos, hasta la huida de los supuestos patrocinadores, todo ello ha hecho dudar ya no solo a la población y medios de comunicación salmantinos, sino también a los partidos políticos, los sindicatos, y hasta el propio alcalde Carbayo.
En esta ocasión, los últimos en pronunciarse han sido los empresarios. Así, Diego García, presidente de Ceoe-Cepyme Salamanca, ha explicado en una charla con La Crónica de Salamanca que “nosotros no asistimos al congreso” y “tenemos poca información”, por lo que pueden hablar “poco” sobre esta cuestión que está generando “controversia”.
Por su parte, desde CES, su presidente Antonio Rollán no ha querido responder las preguntas de este medio sobre el Peace City World. “Es un tema del Ayuntamiento y desde la Confederación de Empresarios de Salamanca no vamos a meternos en ese tema”, ha argumentado. Además, ha Rollán ha señalado que “no tenemos la suficiente información al respecto” como para “pronunciarnos”.
“Hace unos meses, nos llama el Ayuntamiento y nos dice que va a haber una presentación de un proyecto de inversión en Salamanca. Nos presentaron al director del PWC (John Mavrak), quien nos dijo que se dedicaban a buscar inversiones y personas interesadas en desarrollar la ciudad”, expone Diego García. “A nosotros, como confederación empresarial, cualquier proyecto de inversión y creación de empleo nos parece bien”, añade.
No obstante, García señala que “cualquier inversión que venga a Salamanca es bien acogida, y nosotros tenemos que escucharla”. Si bien, matiza, “otra cosa ya es el desarrollo”. Y considera que “lo importante es pasar de lo futurible a lo realmente ejecutable”. “Hablan de inversiones multimillonarias y que hay muchos inversores que quieren desarrollar proyectos… pero creo que es verdad que hay que avanzar mucho más y profundizar en el proyecto”.
Por otro lado, respecto a la veracidad del congreso para convertir a Salamanca en la nueva Dubái, el representante de la patronal salmantina reconoce que “cualquier proyecto de inversión tan potente siempre suscita dudas. No se puede negar que siempre nos suscita ciertas dudas”. “Con independencia de eso, nosotros a lo que hemos asistido es a una presentación, no nos han demandado nada en concreto. Entonces, aunque suscite ducas, ¿puede ser viable?, pues podría”.
En cuanto a las consecuencias negativas que podría generar este congreso para Salamanca, aunque “espero y deseo que no” salpiquen ni a la ciudad ni a las empresas, “lo peor sería el daño a su imagen”. “Pero creo que Salamanca está por encima de cualquier proyecto de inversión, de cualquier proyecto personal o de cualquier imagen personal”, indica García.
“Salamanca es rica en cultura, tenemos dos universidades punteras, somos la cuna del espalo, y creo que ahí deberíamos seguir reivindicándonos con independencia de que pueda haber un proyecto más o menos acertado”. Además, “las empresas de Salamanca son empresas muy solventes, que hacemos muchísimos esfuerzos para salir adelante, más allá de las posibles polémicas políticas. Pero al margen de eso, los empresarios somos apolíticos y aconfesionales”, concluye Diego García.
