«O se la colaron o fueron cómplices del engaño»

• La oposición desenmascara al equipo de Gobierno que promovió el congreso de los jeques plagado de falsedades y negligencias
• Fernando Rodríguez dice que el único daño a Salamanca lo hace el Gobierno socialcomunista, no el grotesco evento del que fue uno de los facilitadores
• No se comprobó que el conseguidor José María Fuentes no estaba al corriente de pago con la Seguridad Social, carecía de experiencia en esa actividad y se le dio el contrato a sabiendas de que era amigo del concejal que preside el órgano que lo iba a contratar

“O se la colaron o fueron cómplices del engaño”. Así resumió este viernes Virginia Carrera, concejala del grupo mixto por IU, el papel del equipo de Gobierno de Salamanca que organizó y financió el polémico Peace City Wold Congress, el congreso de los jeques de pega, a sabiendas de que era una farsa.

No solo dice que no se enteraron de que la mayoría de quienes decían serlo ni eran jeques ni multimillonarios, ni nada que se le pareciera.

Tampoco quisieron frenar el evento cuando pudieron, según ha constatado la oposición y ha quedado reflejado en un acta.

En primer lugar, porque se contrató como conseguidor a José María Fuentes, un amigo personal del concejal que presidía el organismo que lo iba a contratar.

En segundo lugar, porque, tal y como dijo el exconcejal de Cs, Ricardo Ortiz, “este contrato se le hizo a medida porque era amigo de Fernando Castaño”.

Era tan cierta esa relación de amistad como que nadie supervisó la documentación que presentó para presentarse al concurso y llevarse el contrato (licitado por 60.000 euros al año), porque de haberlo hecho habrían comprobado que no estaba al corriente de pago con la Seguridad Social, algo que sí era de obligado cumplimiento por los candidatos.

Y, para remate, organiza un congreso para captar inversores por medio de una empresa de la que él mismo es consejero, es decir, “que este señor solo nos quería vender su empresa”, dijo la concejala socialista María Sánchez.

Tampoco tenía la experiencia de la que alardeaba en la consecución de inversores, como se exigía en la licitación, y que el título de graduado por la Usal, aunque no era necesario para el concurso, también era falso. A resultas de ello, también lo será el máster del que dice estar en posesión, porque para matricularse en él tenía que ser graduado en Económicas.

“Pero a ustedes hay que decirles claro. Se la colaron o fueron cómplices del engaño”, les espetó Virginia Carrera.

Durante el pleno se constató que Fernando Rodríguez pudo frenar el congreso y todo lo que vino detrás, pero no lo hizo cuando el concejal de Economía, Juan José Sánchez, les comunicó que a un técnico municipal le parecía “utópico” lo que se planteaba, con supuestas inversiones millonarias inverosímiles.

Pero Fernando Rodríguez, que trató este asunto en diciembre de 2022 con José María Fuentes, el asesor amigo de Castaño, no tuvo inconveniente en que siguiera adelante con la patraña que estaban fabricando. Una fake news en toda regla.

Salamanca apareció haciendo el ridículo en toda España con el timo de los jeques, así que había que sacudirse la imagen de pardillos que inexorablemente nos cubrió de repente.

Una vez celebrado el congreso, cuando La Crónica de Salamanca destapó el primer fraude de los jeques falsos y en vista de que se empezaba a descubrir el pastel, el PP decidió pasar de fabricante de fake news en busca de un rédito electoral (“llenando de ilusión el corazón de los salmantinos” con promesas de riqueza futura, como dijo el alcalde en la recepción oficial en el Ayuntamiento a los organizadores del PCW) a fabricar otra para convertirse en una víctima para salvar la cara.

En ese momento se decidió que José María Fuentes, al que se le hizo un contrato a medida y se le consintió todo, era un estafador y un fraude haciéndose público que había falsificado un título académico que no era necesario para presentarse al concurso del contrato. Eso era lo de menos, porque ya se le habían dejado pasar por alto cosas que eran de obligado cumplimiento para poder optar al contrato y nadie se había escandalizado por ello.

Al PP le venía muy bien su sacrificio para señalarlo como un delincuente que engañó a un ayuntamiento, el pobre, que previamente miró hacia otro lado al tratarse del amigo del concejal, y tampoco le había censurado por no estar al día con la Seguridad Social (que sí era requisito imprescindible) ni por carecer de la experiencia previa demostrable en esta actividad, que también era imprescindible para aspirar al contrato.

Ni por maquinar para venderle el Puerto Seco de Salamanca (aún sin construir) a la empresa Peace City World (organizadora del sarao y de la que Fuentes también es asesor) junto a la danesa Maersk, el gigante de la distribución mundial  de contenedores, con la que el conseguidor habría contactado hace dos años y medio, pero para marear la perdiz.

El Ayuntamiento se fue corriendo al juzgado a denunciar semejante afrenta, pero la denuncia no llegará a nada porque está mal hecha, vamos a pensar que sin querer, porque incluso lleva mal puesto el nombre del alcalde. Además, en ella tampoco le pedían daños y perjuicios a Fuentes (la devolución del dinero cobrado) por tamaño agravio a la ciudad (para eso tendrían que haber puesto una querella).

Efectivamente, no contaban con que alguien removiera el congreso y salieran a relucir las irregularidades y falsedades que chafarían el sueño de las inversiones inverosímiles por 15.000 millones de euros.

Y una vez descubierto el pastel, el PP tiene claro qué ha pasado aquí. Fernando Rodríguez, uno de los consentidores y artífices de este proyecto “utópico”, como les advirtieron desde dentro del Ayuntamiento a finales de 2022, dijo este viernes que “aquí lo único que no tiene sentido es la comisión de investigación, porque la única motivación era el intento de los partidos de la izquierda radical de desviar la atención de los agravios del gobierno socialcomunista a nuestra ciudad. El auténtico daño a nuestra ciudad lo provoca que el Gobierno siga sin devolvernos la cuarta frecuencia con Madrid, o que siga negando a la Usal la financiación suficiente con fondos europeos para llevar adelante el proyecto para consolidar a Salamanca como referencia nacional e internacional en la enseñanza del español”.

Al principio solo parecía que se la habían colado, pero tras escuchar a Fernando Rodríguez, parece que se la colaron y fueron parte del engaño. Lo organizaron y lo financiaron a sabiendas de que era una farsa para buscar un rédito electoral generando falsas expectativas de prosperidad entre los salmantinos.

Por cierto, de las inversiones millonarias no se sabe nada. ¿Habrá sido otro agravio del gobierno socialcomunista?