La conversión de la Fonda Veracruz en un centro de atención a los turistas que visitan Salamanca va camino de convertirse en un culebrón como el del carril bici, cuyas obras duran ya más de veinte años. Y luego pedimos trenes para fomentar el turismo.
Se ideó este proyecto para sacar de allí la escuela de hostelería y dársela al centro Rodríguez Fabrés, donde la Junta invirtió una enorme suma para ponerlo en marcha, especialmente para el equipamiento, porque el acondicionamiento del centro apenas requirió 200.000 euros, según la Junta.
La Consejería de Educación mantiene los ciclos formativos que actualmente se imparten en el CIFP Rodríguez Fabrés, y amplió la oferta educativa impartiendo los ciclos formativos de Hostelería y Turismo que se desarrollaban en la Fonda Veracruz.
La Granja de la Vega (el Rodríguez Fabrés) es un edificio emblemático que está catalogado «y reúne unas características inmejorables para ubicar la Escuela de Hostelería y Turismo de Salamanca», dijo la Junta al anunciar la operación.
Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio de Salamanca indica que «lo de la Fonda Veracruz se anunció hace 10 años. La rehabilitación (para un uso no muy claro) se lleva a cabo con un ritmo y una desatención tal que ahora conlleva una prioritaria restauración. Y un futuro que sigue sin ser muy esperanzador».
El Ayuntamiento de Salamanca inició en abril de 2020 las obras para acondicionar el edificio centenario de la Fonda de la Veracruz como un centro de recepción de visitantes y lugar para la participación cultural, social y juvenil, con un presupuesto de 560.000 euros y un plazo de ejecución de diez meses.
Han pasado 36 meses y casi todo sigue como estaba, o peor, porque ahora ofrece una inevitable imagen de abandono y dejación.
El proyecto, de llevarse a cabo, consiste en reformar las diferentes plantas del edificio para atender a los turistas que visiten Salamanca, así como a asociaciones vecinales, culturales y juveniles, que contarán con espacios multifuncionales para su uso.
En la planta baja del edificio se ubicará un punto de atención turística, una zona tecnológica, zonas de descanso, consignas, aseos y una zona de lactancia; mientras que la primera planta será acondicionada como un espacio para uso cultural, que contará con despachos, zona polivalente zona para exposiciones, salón de actos y aseos.
En la segunda planta se creará un amplio espacio multifuncional destinado a la participación y abierto al uso de las asociaciones de vecinos, tanto de la zona de influencia como del resto de la ciudad, que dispondrán de salas polivalentes, una sala de reuniones, despachos y aseos.
Finalmente, la planta bajo cubierta contará con un vestíbulo general, más salas polivalentes y aseos, que completarán esta actuación, con la que se le dará una nueva vida a este emblemático inmueble, después de la marcha de los seis ciclos formativos de cocina y turismo de FP, que se han trasladado al centro integrado ‘Rodríguez Fabrés’.
Este centro de recepción de visitantes se complementa con la urbanización de una nueva plaza, una zona estancial y cuatro dársenas para autobuses de viajeros en la Plaza del Mercado Viejo, para la llegada y salida de grupos de turistas en las mejores condiciones de seguridad. Eso es lo único que se ha hecho.
2 comentarios en «El centro de atención al visitante, abandonado»
Estudié en ese precioso edificio, y se me rompe el corazón cada vez que veo en qué estado está. Jamás debió de dejar de ser escuela !
Para un edificio bonito y con una función útil van y lo abandonan para convertirlo en una ruina. No son más i****** y derrochadores porque no entrenan, pero la verdad es que se esfuerzan en estropearlo todo. Sigan votando.