Evelio Teijón pone en valor al ingeniero salmantino Fernando Gallego

Una ponencia sobre el ingeniero salmantino Fernando Gallego Herrera (Villoria, 1901 – 1973) obtuvo el Premio a la Mejor Comunicación en la modalidad de Difusión, Turismo, Educación y Reto Demográfico del I Congreso Internacional de Patrimonio de Obra Pública, que se celebró en los últimos días en Cuenca, Toledo y Madrid.

ICAL. La autoría del trabajo, cuya denominación es ‘Fondeando en Fernando Gallego: del olvido al Patrimonio Universal’, es de Evelio Teijón López-Zuazo, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y profesor del Área de Ingeniería de la Construcción de la Universidad de Salamanca, quien en declaraciones a Ical destacó que se trata de un galardón “simbólico” pero con un importante peso en el marco de la divulgación de una figura clave para entender la obra civil en España y cuyo reconocimiento por parte de sus compañeros de profesión llega ahora de la mano de este Congreso, al que se presentaron no menos de 40 ponencias.

Durante la ponencia, Evelio Teijón profundizó en los principales proyectos que ideó y en los que trabajó Gallego, tales como el que diseñó para la construcción de un túnel bajo el Estrecho de Gibraltar, el ferrocarril subterráneo en Barcelona, el arco funicular, el aparato estratosférico de despegue vertical, denominado ‘Aerogenio’, los puertos flotantes del Desembarco de Normandía y su vida aventurera, apartados todos ellos que sorprendieron en el Congreso por el desconocimiento de una figura que se obligado a exiliarse.

“Intenté transmitir los fundamentos científicos e inventos en los que participó. Su azarosa vida le llevó a exiliarse, por lo que estos problemas le impidieron encontrarse junto a los ingenieros ilustres y polifacéticos de España”, lamentó Teijón, quien colocó a Fernando Gallego a la altura de nombres como el cántabro Leonardo Torres-Quevedo y el ingeniero y escritor madrileño Juan Benet. Sin embargo, el salmantino contaba con particularidades propias “de vida aventurera”, que le llevó a trabajar al mismo tiempo para la URSS y Estados Unidos. También fue característico su carácter masón, que le impidió regresar a España hasta su senectud. No fue hasta los 71 años cuando fue admitido por el Colegio de Ingenieros, un año antes de su muerte.

Teijón consideró que el “gran reto de la ingeniería española, pendiente de ejecutar”, fue planteado hace decenas de años por Fernando Gallego, como es el paso del Estrecho de Gibraltar. “Era un adelantado a su época. El ejemplo más claro es que a día de hoy se estudian soluciones bajo esta misma idea en países nórdicos para la comunicación entre sus fiordos, para evitar presupuestos terribles”, destacó el profesor de la Usal, quien también mencionó el famoso ‘Aerogenio’, del que desarrolló tres prototipos en su localidad natal, Villoria, “a pesar de sus limitaciones”, pero que “fueron saboteados para que no saliera adelante la solución que había planteado”.

Igualmente, mencionó otros avances en ingeniería estructural, como el arco funicular, “adaptado a su tiempo y precursor”. Y pone como ejemplo que él inventó este puente en 1928, mientras que dos años más tarde el renombrado ingeniero suizo Robert Maillart diseña el puente de Salginatobel, en su país natal, un puente en arco de hormigón armado que ha pasado a la historia, a pesar de ser posterior a la idea de Gallego.

La inteligencia del ingeniero salmantino queda patente cuando, sin acabar la carrera, fue requerido, a propuesta de uno de sus profesores, para idear una solución a los problemas de drenaje que sufría el Suburbano de Barcelona.

Proceso de digitalización

En la actualidad, Evelio Teijón encabeza el proceso de digitalización de la obra de Fernando Gallego, para el que ya se firmarán distintos convenios con la Universidad de Salamanca y el Ayuntamiento de Villoria, que apoya la difusión de “su ilustre paisano”.

Con este primer proceso se pretende impulsar la investigación y modelización de las grandes obras de este “visionario”, tal y como lo define, ya que con los métodos actuales “se podrá trabajar en distintos modelos” y hacer maquetas “de grandes obras que quedaron inconclusas”.