Las aguas del Águeda han vuelto a su cauce en Ciudad Rodrigo, pero ahora empieza a crecer la polémica sobre las responsabilidades de las inundaciones. PSOE y los ecologistas de Equo apuntan hacia la Confederación Hidrográfica del Duero, como responsable de las inundaciones por haber llenado la presa de Irueña en los días previos a la llegada de las lluvias.
Cuando se produjo la ciclogénesis Irueña estaba prácticamente llena, por lo que la CHD abrió las compuertas al máximo para aliviar la carga de agua y hacer sitio a la que se esperaba recibir debido a la lluvia.
Esa decisión sería la causante de la brusca crecida del Águeda y la posterior inundación de las zonas más bajas de las riberas del río a su paso por Ciudad Rodrigo y el temor a que el desbordamiento ocasionara más daños de los que finalmente produjo.
El secretario provincial del PSOE, Fernando Pablos, dijo este viernes que esa crecida “es un hecho que nunca debió producirse. Hemos presentado una serie de preguntas en el Congreso de los Diputados para clarificar qué ocurrió. Cómo es posible que con una presa recién acabada, sin avisar a nadie se haya desbordado el río”, generando daños que podían haber sido mayores.
¿Quién llenó el embalse?
Esta petición de explicaciones “es previa a la petición de responsabilidades. Los ciudadanos no pueden entender lo que ha ocurrido. Exigiremos responsabilidades a quien decidió llenar el embalse en plena época de lluvias”.
La formación ecologista Equo también cree que la crecida del río “se podía haber evitado”. Su coportavoz, Carolina Martín, dijo que la presa de Irueña se construyó para regular el cauce del Águeda y evitar sus crecidas, justo lo contrario de lo que ha ocurrido.
Atribuye las inundaciones a que la presa estaba llena y para hacer sitio al agua de las últimas lluvias la CHD tuvo que abrir las compuestas y soltar agua a mansalva, lo que ocasionó la crecida del río. “¿Cómo es posible que la presa estuviera llena, a tope, ese día?”, se preguntó. “Estaba al máximo de su capacidad, desbordando agua por encima”, precisó.
Pruebas para meter turbinas
Equo teme que la CHD tuviera llena la presa porque estaba realizando pruebas de resistencia para ver si la presa soportaría la instalación de turbinas para generar energía eléctrica.
Martín recordó que la declaración de impacto ambiental de la Junta para autorizar la construcción de la presa sólo permitía sus construcción si era para regular el cauce del Águeda, prohibiendo explícitamente el uso del embalse para destinar el agua al riego o al abastecimiento humano, o la producción de energía hidroeléctrica.
Equo pidió a los responsables políticos, a las administraciones y, sobre todo, a la CHD, “que se olviden de una vez por todas de la intención de meter turbinas en Irueña y demuestren que realmente su única finalidad es regular el cauce y así nunca estaría llena de agua, con lo que alejaríamos el fantasma de las inundaciones”.
La formación ecologista insiste en que la presa no estaba llena para hacer pruebas de resistencia, sino “para hacer pruebas de turbinaje y ver si podía servir para su aprovechamiento hidroeléctrico”.
[quote_box_center]LA CONFEDERACIÓN AFIRMA QUE LA PRESA EVITÓ MALES MAYORES
La Confederación Hidrográfica del Duero explica a La Crónica que la presa de Irueña no está todavía oficialmente en explotación y que a pesar de su situación de llenado, “la presa por su laminación natural redujo notablemente el caudal evitando grandes daños”.
La CDH explica que “de acuerdo con el Reglamento de Seguridad de Presas y Embalses es condición indispensable para su entrada en explotación desarrollar el Programa de Llenado de la misma para comprobar su comportamiento. Dicho llenado se inició con el comienzo del año hidrológico 2013-2014, habiéndose alcanzado el nivel el llenado el 14 de marzo. El programa exige el mantenimiento en nivel de llenado durante 8 semanas desde el momento en que el agua alcanza la cota superior. Periodo que no se había culminado en el reciente episodio de avenidas”.
Agrega que “a pesar de estar llena la presa logró reducir en casi 200 m3/segundo el caudal circulante por el cauce, por el conocido fenómeno de “laminación” del embalse. Básicamente el funcionamiento de ese fenómeno consiste en que para verter un caudal punta ligeramente superior a 300 m3/segundo (el máximo vertido), la lámina de agua debe elevarse sobre el aliviadero 2m. Esa elevación alcanza a toda la superficie del embalse, superior a 600 Has, es decir, 6.000.000 m2, como mínimo. Por tanto el volumen acumulado por encima de la cota superior del aliviadero (cota de llenado) fue de 2m x 6.000.000 m2 = 12.000.000 m3. En definitiva, de no haber existido la presa, el caudal circulante por el río aguas abajo de Irueña habría sido superior a 500 m3/seg (200 más de los que pasaron) y el circulante por Ciudad Rodrigo se hubiera acercado a las 1.000 m3/seg, en vez de los 800 m3/seg que pasaron en el momento punta. En esa situación se habría superado probablemente la defensa del barrio de la margen izquierda del río”.[/quote_box_center]
MIRA EL VÍDEO DE IRUEÑA EXPULSANDO AGUA AL ÁGUEDA: Irueña desembalsando y provocando la crecida del Águeda