El pasado martes poco antes del mediodía se hallaba el cuerpo sin vida de Alfonso López Benito, canónigo de 77 años que fue asesinado por asfixia. Ahora, a medida que pasan los días, se van conociendo más detalles del crimen, y ya hay un detenido que podría estar implicado en la muerte del sacerdote.
Todo comenzó este martes, 23 de enero, cuando alrededor de las 11:00 horas era descubierto en su propio domicilio el cuerpo sin vida de Alfonso López Benito. Este clérigo, de 77 años, residía en la calle Avellanas de la capital valenciana y ya estaba jubilado. El hallazgo del cuerpo se debió a la visita de un amigo del clérigo -abogado de profesión y experto en Derecho Eclesiástico-, quien se presentó en el edificio para ver a López Benito. Así pues, cuando llegó al inmueble, le dijo al portero que “iba a ver a Alfonso”, pero este se mostró sorprendido, debido a que el propio sacerdote le había comunicado que estaría fuera unos días.
Una vez entraron en la casa, el portero y el amigo del clérigo encontraron el cuerpo sin vida de este, encima de la cama, sin ropa y en estado de rigidez. Tras ello, los dos hombres llamaron a las emergencias. Una vez en el lugar, agentes de la Policía Nacional confirmaron que el canónigo había sido asesinado. Por su parte, después de un examen del cuerpo, desde el Grupo de Homicidios y la Policía Científica señalaron a la asfixia como la causa de la muerte, que se habría producido entre el domingo por la mañana y el lunes por la noche (cuando el portero no está en el edificio).
Para apoyar la tesis del asesinato, los investigadores señalan a un mensaje enviado por WhatsApp desde el móvil de la víctima, haciéndose pasar por él nada más morir, y que lo recibió el portero. Con este segundo mensaje, asegura la Policía, el autor del crimen buscaba hacer creer a los allegados del clérigo que este se encontraba bien.
Por otro lado, desde el Grupo de Homicidios han centrado las primeras investigaciones en el círculo más cercano del clérigo, así como en los “jóvenes necesitados” (según la declaración del portero) que acudían al domicilio de la víctima para solicitar su ayuda. Todo ello ha llevado a la detención, 24 horas después del hallazgo del cuerpo, de un joven de origen sudamericano que, según el diario Levante-EMV, mantenía una relación con el sacerdote. Si bien, aún no se conoce si el joven ha reconocido su participación en el crimen. Además, según la información del diario valenciano, algunos vecinos habían mandado sus quejas al Arzobispado denunciando que el canónigo pagaba por sexo a jóvenes vulnerables.
Finalmente, la Policía continúa recabando datos y pistas, por lo que siguen identificando e interrogando a los jóvenes que frecuentaban la casa del clérigo, así como las transferencias bancarias realizadas desde la cuenta de la víctima, ya que en las horas previas a la muerte se produjeron cuatro.