La reina no estrenó vestido para venir a Salamanca. Vistió de verde, con un diseño que lució por primera vez en la capital danesa. Viaje en el que tuvo que consular a Mary Donaldson, por entonces todavía princesa danesa -ahora reina- del bochorno que le estaba haciendo pasar su marido Federico de Dinamarca del brazo de otra mujer, Geneveva Casanova -ex condesa de Salvatierra, consorte, gracias a su matrimonio con Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la Duquesa de Alba.
Lo que puede dar de sí un vestido. Volvamos a Salamanca y al atuendo elegido por la reina. Es un diseño de la firma española Dándara, con cuello a la caja, detalles fruncidos y una abertura en forma de lágrima sobre el pecho, que rompe la uniformidad. Manga larga y abullonada, corte en la cintura y falda a media pierna.
Complementó el conjunto con un abrigo beige, al igual que los zapatos. Pelo suelo y maquillaje natural.
La reina tuvo una agenda muy intensa este martes en Salamanca. Llegó a Matacán y la trasladaron en coche oficial hasta la plaza de Los Bandos, donde asistió a la la presentación del proyecto Salamanca Ciudad del español iniciativa del Ayuntamiento y la Universidad de Salamanca, juntamente con la Real Academia de la Lengua y con la organización Asociación de Centros Educativos Hispanohablantes de Estados Unidos, que surge con la intención de innovar, actualizar, mejorar y reforzar la imagen de Salamanca como destino idóneo para el aprendizaje del español.
En el mismo lugar, ha visitado la exposición del legado de Carmen Martín Gaite que se conserva en el Centro Internacional del Español de la Universidad de Salamanca (CIE-USAL).
Posteriormente, la Reina ha asistido a la segunda parada del Tour del talento 2024 que albergará más de 40 actividades centradas en los centennials y las principales preocupaciones de su generación, donde le fue entregado el premio Princesa Girona de las Artes a la actriz Victoria Luengo.
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