Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Opinión

Más de lo mismo no es una solución

El coste sanitario. Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Un número monográfico publicado recientemente en la revista Gaceta Sanitaria (Vol. 38. Núm. S1) realiza un análisis de los problemas que afectan a la sanidad española, especialmente los referidos a la planificación y la gestión de los recursos humanos. El editorial que introduce y resume al resto de artículos se titula: Recursos humanos en sanidad: más de lo mismo no es una solución. Me he permitido tomar algunas de las ideas que exponen los autores de esta monografía de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) para realizar esta columna y, a riesgo de ser reiterativo con otras columnas recientes, considero que algunas de las ideas expuestas merecen una reflexión pública más allá de las revistas profesionales.

El discurso y la práctica sanitaria están determinados ideológica, política y económicamente. Como norma general políticos y gestores sanitarios están más preocupados por la legalidad, o su apariencia, que por la efectividad a la hora de enfrentarse a los problemas. Por eso recurren permanentemente de forma exculpatoria al mantra de la falta de médicos. Exponemos algunos problemas determinantes de la crisis sanitaria que atraviesa España

La gestión. Es uno de los grandes problemas. A los gestores les faltan instrumentos de planificación de las necesidades sanitarias unánimemente aceptados y le sobran directrices políticas que les impone la cadena de mando. Además, existe un problema añadido por la segmentación territorial en sistemas autonómicos de salud. En descarga de los gestores hay que señalar que la rigidez del marco legal dificulta notablemente su gestión y, posiblemente, sea necesario modificar y flexibilizar la regulación macro de la gestión de los recursos humanos en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

El déficit de profesionales. Aunque es indudable que existe déficits a corto plazo en algunas especialidades, el principal problema del sistema público es el déficit de médicos de familia, pero no solo. Existen otras especialidades que sufren el mismo problema. Para cubrir las plazas de médico de familia desiertas en zonas básicas de salud, rurales o urbanas, que de todo hay, no basta con convocar más plazas MIR (este año no se han ocupado 246, un 87% más que el año pasado) u homologar más títulos extranjeros. Para aumentar el atractivo de la atención primaria y otras especialidades deficitarias son necesarios cambios regulatorios y también planes de incentivos específicos. Lo mismo puede decirse de plazas de otras especialidades en hospitales pequeños.

El atractivo profesional. Aumentar el atractivo y la capacidad de retención de profesionales por las organizaciones públicas, más allá de las remuneraciones, debe incluir otro tipo de estímulos pactados para optimizar el uso de las infraestructuras y recursos técnicos (por ejemplo, abrir quirófanos o realizar pruebas diagnósticas en horarios de tarde) contratando nuevos profesionales y ofreciendo también cuando sea necesario la extensión horaria con carácter voluntario, transparencia y lealtad.

Las incompatibilidades. España tiene una alta tasa de médicos muy bien formados, pero una parte creciente de ellos, en torno al 40%, son pluriempleados que simultanean la práctica pública y privada. Esta dualidad plantea las dificultades esperables derivadas de trabajar para una organización y para su competencia. Para estimular su dedicación exclusiva a la medicina pública y competir con la privada por la atracción y la retención de talento, se necesita urgentemente determinación política para establecer incentivos específicos y una regulación estricta de incompatibilidades, por ese orden. Este problema, que hasta hace no demasiado tiempo afectaba exclusivamente a los médicos, afecta ahora también a directivos y gestores del sistema público que utilizan frecuentemente las puertas giratorias, y se ha extendido a la propia gestión del SNS en base a decisiones políticas de transferir al sector privado los recursos que se escatiman al sistema público.

La formación y el mercado. Los mercados educativo y laboral deben estar bien ajustados, en particular el número de egresados y el de plazas MIR, en un país como España donde para ejercer la profesión en la red pública es necesario ser especialista. No existe un gran desequilibrio entre los mercados educativos y laboral, al menos a corto plazo, ya que aumentar el número de alumnos en formación en las facultades o el número de plazas de formación MIR, cuando algunas de las plazas que se convocan, especialmente de Medicina de Familia, no se cubren y otras se abandonan después de incorporarse a las mismas, indica la existencia de desequilibrios estructurales que es preciso corregir mediante la reforma del marco regulatorio de la gestión pública.

En conclusión: los recursos humanos sanitarios deben estar en la agenda política y abordarse con perspectiva de medio y largo plazo, buscando consenso político mediante pactos en los parlamentos, independientemente de quien esté gobernando en cada autonomía y en el estado, única forma en la que podrán abordarse los costes de las reformas que, siendo necesarias, presentan resistencias importantes por parte de grupos de interés que se benefician del deterioro del sistema público. En este proceso es muy importante también contar con la opinión de los profesionales. “Más de lo mismo no es la solución”.

Miguel Barrueco, médico y profesor universitario

@BarruecoMiguel

1 comentario en «Más de lo mismo no es una solución»

  1. Mientras que los políticos puedan usar la medicina privada y todo lo privado no sé si es que no se dan cuenta como está lo público pero prácticamente no arreglan nada si tuvieran que usar ellos lo privado seguro que estaría un poco mejor

    Responder

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Te recomendamos

Buscar
Servicios