Son muchos los conductores que deciden aminorar la velocidad y colocarse detrás un coche de la Guardia Civil o un vehículo policial que circula a menor velocidad por miedo a adelantarlo, y la duda de si está permitido legalmente es habitual. Sin embargo, existen ciertas condiciones que garantizan que la maniobra es del todo lícita. Para ello, se deben cumplir varias circunstancias sencillas y lógicas.
Las condiciones vienen especificadas en el Reglamento General de Conducción, donde se indica que, durante el adelantamiento, se deberá respetar la velocidad máxima permitida en cuestión. Es decir, en autopistas y autovías, 120 km/h; y en vías convencionales, 90 km/h.
También es imprescindible, para un adelantamiento legal a un coche patrulla, señalizar la maniobra utilizando los intermitentes, tanto para salir del carril como para volver a él, una vez sobrepasado el vehículo.
Cumpliendo estos sencillos requisitos, tan habituales en la carretera, cualquier adelantamiento será legal, incluso cuando el coche sobrepasado pertenezca a la Guardia Civil o a la Policía. De hecho, el Reglamento General de Conducción no recoge ninguna sanción o impedimento al respecto.