Una mujer de 63 años y vecina de la localidad gallega de Paderne (A Coruña) ha confesado en el juicio por el asesinato de su marido que fue ella quien lo mató porque estaba “bastante cansada de él”. La agresora propinó cuatro martillazos en la cabeza a la víctima, acabando con su vida.
Durante su declaración en el juicio por el asesinato de su marido, la mujer ha confesado que fue ella quien lo mató. “No sé lo que puedo hacer”, reconocía, indicando que estaba “muy nerviosa”. Asimismo, ha explicado que lo hizo cuando el hombre estaba descansando. “Me hacía muchas putadas, hablando pronto. Estaba bastante cansada de él, bastante”, zanjaba.
Desde la defensa de la acusada han apuntado que la mujer sufre “bipolaridad y psicopatía”, así como “constancia de consumo de alcohol”. Todo ello, provoca “desapego de la realidad y le hace ver alucinaciones”. “Era consciente de lo que hacía, pero no era un acto voluntario”, defendía el abogado, quien ha reclamado la absolución de su clienta porque, “no tenía voluntad, no había asesinato”.
Por su parte, el Ministerio Fiscal reclama una pena de 20 años de cárcel para la acusada por un delito de asesinato con la agravante de parentesco y la atenuante de alteración psíquica. La mujer “tenía enfermedades mentales, es cierto, pero estas enfermedades no anulaban su capacidad de juicio, sabía perfectamente lo que hacía y lo que tenía que hacer para que su marido no tuviera capacidad de defensa”, exponía la fiscal, recalcando que la víctima “no vio venir el golpe, no pudo reaccionar ni tuvo ninguna capacidad de defensa”.
Tal y como relata la Fiscalía en su escrito de calificación, “entre el 20 de diciembre de 2022 y el 20 de enero de 2023, (la mujer) se propuso acabar con la vida” de su marido, algo que hizo cuando el hombre se encontraba descansando en la cama. Con un martillo, “le propinó cuatro golpes” en la cabeza, provocándole la muerte. El cadáver fue descubierto el 20 de enero.