Las acusaciones del empresario Víctor de Aldama sobre el ‘caso Koldo’ como presunto conseguidor de la trama, no están “en este momento” ni “mínimamente contrastadas”. Así lo asegura el juez que instruye el caso en el Tribunal Supremo (TS), Leopoldo Puente, en el auto con el que da respuesta al presidente del grupo Azvi, Manuel Contreras, una de las constructoras que pudo beneficiarse de la adjudicación de obra pública a cambio de las comisiones pagadas al exministro de Transportes José Luis Ábalos y a su asesor en aquel momento, Koldo García.
Ante estas acusaciones de Aldama, el constructor ha pedido permiso al magistrado para querellarse contra Aldama por calumnias, algo que Puente le ha negado, dado que la investigación se encuentra en un estado “embrionario”, y se sustenta sobre unas afirmaciones sin contrastar. Y es que las imputaciones que Aldama atribuye Contreras y a su grupo “descansan en este momento únicamente en afirmaciones, no mínimamente contrastadas, inhábiles para reputarse indicios sólidos”, dado que son “simples manifestaciones”, recoge el auto.
El grupo Azvi, en su solicitud de querella, “niega la parte de que tales comisiones se hubieran realizado y explica con extensión los motivos por los cuales (…) ingresó en la cuenta de Pilot Club Natación Sevilla SA la cantidad de 18.000 euros”, señala el juez Puente.
El magistrado está a la espera de recibir documentación que acredite lo que Aldama ha declarado hasta el momento. Así, el martes pasado le pidió la relación pisos en los que, según el empresario, se reunían el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, Ábalos y Koldo, con “señoritas”, además de los posibles pagos a las mujeres, fechas de las estancias y de los contratos.
Mientras tanto, el juez Pedraz, que instruye la causa por el fraude fiscal en los hidrocarburos de la trama coliderada por Aldama, ha decidido devolverle el Audi blindado de decenas de miles de euros que le confiscó, porque considera que es para uso particular.