Desde la plataforma ‘Stop macroplantas y macrogranjas’, de Castilla y León, de la que la Plataforma ciudadana ‘Stop biogás’ Machacón forma parte, manifiestan su “absoluto rechazo a la estrategia de la Junta de que plantea prohibir la instalación de plantas de biogás a menos de un kilómetro y medio de los núcleos urbanos”. En la provincia de están previstos varios proyectos de este tipo, como es el caso de Babilafuente o Doñinos de Salamanca.
La medida es “un maquillaje insuficiente que no frena la invasión rural”, denuncian pues, “lejos de ser una solución real al problema que estamos denunciando desde hace meses, supone un mero lavado de cara ante la creciente presión social”. En este sentido, señalan que “el problema de las macroplantas no es solo su cercanía a los pueblos, sino su impacto destructivo sobre el medio rural, la salud pública, los acuíferos, el aire y la calidad de vida, se instalen donde se instalen”.
Por todo ello, piden a la Junta debe “paralizar todos los proyectos en trámite y ya aprobados, y abrir un verdadero proceso participativo de ordenación territorial que priorice el interés general, la salud pública, la protección del agua y del medio rural, y no los beneficios rápidos de unas pocas empresas privadas”. Desde ‘Stop macroplantas y macrogranjas’ de Castilla y León anuncian seguir “movilizados y exigiendo”:
- La “paralización inmediata de la expansión descontrolada de estas industrias contaminantes”.
- La aprobación de una “normativa estricta y vinculante”, basada en “criterios científicos y no en improvisaciones de último minuto”.
- El “respeto real al derecho de los habitantes del medio rural a decidir sobre su futuro”, porque “el medio rural no es un vertedero, es vida, cultura y dignidad”.
En cuanto a los aspectos de los proyectos que consideran inadecuados, y que detallan en un comunicado difundido este martes, muestran su desacuerdo con “el modelo industrial masivo que se está implantando, sin una planificación adecuada” y que favorece “intereses privados con fondos públicos”.
La “ausencia de evaluación acumulativa de impactos” es otra de las circunstancias que rechazan pues, según aseguran, “una macroplanta aislada ya es peligrosa, pero el efecto de decenas de proyectos sobre un mismo territorio es devastador para el agua, los suelos, el aire y el tejido socioeconómico rural”.
Otros requisitos anunciados
Además de establecer la distancia mínima de 1,5 kilómetros entre las plantas de biogás y los municipios, la Junta, a través de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ha fijado otras medidas. Entre ellas se encuentra la limitación de la capacidad de las instalaciones y sus procesos, con un volumen máximo de 200.000 toneladas anuales.
En cuanto a los lugares en los que podrán ubicarse, las eólicas y fotovoltaicas quedan excluidas de los terrenos agrícolas con viñedos o cultivos permanentes inscritos como tales en el Registro de Explotaciones Agrarias de Castilla y León. Al mismo tiempo, se establece reservar suelo de 5 km en el entorno de los polígonos industriales de interés regional, un área que será exclusiva para instalaciones de generación renovable de autoconsumo industrial.
