Una madre recibe un mensaje de su hija desde un número que no es el suyo, pero en el identificador del whatsapp aparece el nombre de su hija, incluso el apellido.
La usurpadora le pide a su madre que le haga un favor, que se le ha roto el móvil y es muy importante que vaya al banco a hacerle una transferencia por un problema que tiene. Es muy urgente.
La madre hace una llamada al número del whatsapp y la supuesta hija le dice que tiene el micrófono del móvil estropeado.
La cantidad que le pide ronda los 7.000€, 6.890 para ser exactos. La madre baja al banco y le hace la transferencia. Eso sí, justo al realizarle la transferencia, la madre llama a su hija al móvil, no al whatsapp, y su hija le dice que no tiene ningún problema, que no la ha llamado y que anule la transferencia. Al estar en el banco, ha podido revertir la operación.
El número del que quisieron estafar a la mujer, es el que aparece en las capturas de pantalla.
Todos lo sabemos, pero conviene recordar que: siempre hay que desconfiar. “Será fácil decirlo, pero estoy seguro que aquellas personas que vean esta información están un paso por delante que muchos otros”, explican los afectados.
Como finalmente no se ha hecho la transferencia, no se ha consumado la estafa y no sirve de nada denunciar. “Nos gustaría que la Policía investigue este número que ha suplantado la identidad de otra persona, porque pensamos que eso ya es un delito”, concluyen.
La conversación íntegra.

Pantallazo del número de teléfono.
