Fotodenuncia | El Casco Histórico de Salamanca tiene un enemigo

Gritemos la frase que decían los viejos periodistas cuando tenían una noticia bomba: ¡Paren las máquinas! en referencia a las rotativas que imprimían los periódicos de papel. En este caso, no es para publicar una noticia, es para que pare el despropósito estético que se está llevando a cabo en la calle Cervantes. Al ver el adoquinado arlequinado -vaya trabalenguas- que se está dibujando en el firme que parece un ataque directo al buen gusto.

En Salamanca conviven arte Romano, Románico, Renacentista, Barroco, Vanguardista… y ahora gracias al político o técnico que ha elegido esta alfombra granítica también entra de lleno otro movimiento artístico: el Feísmo.

Al ver lo que se está colocando en la calle Cervantes -pleno casco histórico que es Patrimonio de la Humanidad- cabe preguntarse si los responsables políticos municipales, que son los que tienen la última palabra en el adoquín que se escoge, pasean por el centro, porque si prestaran atención a la riqueza arquitectónica y escultórica que embellece la zona centro, es imposible que entre el catálogo de oferta que se le presenta para arreglar una calle, puedan decantarse por este desatino.

Todavía están a tiempo de proporcionar algo digno a estas calles históricas que no se merecen estas ñoñerías, del estilo de las petunias en uno de los rincones más representativos de Salamanca, el de la isla de la Rúa donde confluyen el inicio de la calle Compañía con la Rúa, con la Clerecía y la Casa de las Conchas de fondo. No hay nada que pueda ser más bello.

Si en el Ayuntamiento no tienen criterio estético, en Salamanca hay facultad de Bellas Artes y grandes artistas encantados de echarles una mano.