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Pablo Guerrero encandila al recitar su propia obra

La voz de Pablo Guerrero suena a vida arada por campos donde las piedras arañan el arado. A veces, incluso, la voz se escapa en un hilo, pero lo que dice se entiende y llega al oído ávido de los amantes de los versos, sedientos de la sabiduría que entonan sus poemas.

Desde niño supo que quería ser poeta, “aunque a mis hermanos le producía risa”. Sus poemas, como su vida, están marcados por la infancia vivida y disfrutada en un pueblo de Badajoz, “donde sólo podías ir, porque no caía de paso para nada, aunque disfrutó de momentos pletóricos con los Romanos”.

Su primera actuación fue en Salamanca, en los Maristas, y siempre que puede le gusta pasar un rato por aquí, aunque reconoce que le da “pudor hablar en público”.

La poesía le nace de lo más hondo y la canción de la tradición que había en su pueblo. “Se cantaba por todo, por la vendimia, por las matanzas, por el vareo de la aceituna, incluso los mozos se retaban a cantar”.

Su padre tuvo el acierto de regalarle una guitarra y a fuerza “de romper cuerdas” aprendió a tocarla. Hoy pone música a sus poemas, “porque la poesía tiene ritmo y las palabras bailan. Cuando se acierta a poner música a un poema, éste siempre se enriquece. La poesía y la música han ido de la mano, no sólo ahora, siempre, desde los tiempos de Omero. Y el público que él tenía sí que era difícil, no como el que tengo yo aquí, que es muy atento”.

Así, con estas palabras se metió, más aún, a los escuchantes de la librería Hydria en el bolsillo, donde recitó con su voz rota poemas de sus libros e hizo un repaso por su biografía.

Desveló que le daba miedo publicar su primer libro, “por la crítica, que supe muy pronto que no existe en poesía, y por los lectores, que también tuve conocimiento rápido que son agradecidos, porque cuando consigues tocar el alma y la sensibilidad de las personas, rara vez te olvidan”.

Así, poco a poco, fue pasando la tarde entre huertas de su tío, jarras que se derraman en Egipto y versos como: ‘Cuando con recordar tu nombre, estabas a mi lado’.

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