La crisis ha hecho que los consumidores españoles gasten menos en los bares y mantengan su gasto en alimentación, pero con algunas variaciones: van menos a las grandes superficies y prefieren hacer la compra en los establecimientos cercanos a su casa.
Eso hace que se vaya más veces a la compra (entre dos y tres por semana), con un gasto medio de 15 euros en cada una, con lo que el total viene a ser similar al que se hacía en las grandes compras en el hipermercado.
El 77 por ciento de los consumidores reconoce que ha cambiado sus hábitos de compra, según señala el último informe Nielsen 360º y otro indicador que lo corrobora es que siete de cada diez sólo compra lo estrictamente necesario.
Además, para mantener el gasto doméstico los españoles han reducido el consumo en bares y restaurantes un 4 por ciento, excepto en el capítulo de ginebras y tónicas, que sube un dos por ciento.