La final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao comenzó este sábado con una monumental pitada al himno nacional, tal y como estaba previsto.
En los prolegómenos del encuentro, y en medio de un ambiente ensordecedor generado por las dos aficiones que llenaban el Camp Nou, y ya con el rey Felipe VI en el palco, comenzó a sonar el himno y no debió quedar nadie sin abuchearlo y pitarlo, solapando incluso el sonido procedente de la megafonía del estadio.
No obstante, las organizaciones independentistas habían distribuido entre los hinchas más de 10.000 silbatos para utilizarlos en ese momento.
En plena vorágine, y cuando la cámara hacía un barrido a pie de campo por los jugadores alineados en el terreno de juego, se pudo ver al delantero bilbaíno Aduritz con una sonrisa en su cara, no se sabe si fruto de los nervios del choque o porque disfrutaba con el espectáculo, como el presidente catalán Artur Mas. El resto de los jugadores no mostró ninguna complacencia.
Al final, Messi condujo al Barça a la victoria y acerca a los culés al triplete.
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