[dropcap]N[/dropcap]o hay duda, esta es la hora de los predicadores y de la caterva de espabilados que aspiran a salvarnos de la hoguera.
[dropcap]N[/dropcap]o hay duda, esta es la hora de los predicadores y de la caterva de espabilados que aspiran a salvarnos de la hoguera.
[dropcap]P[/dropcap]arece que de momento, y a pesar de que ha iniciado ya su andadura en nuestro país un gobierno que quiere ser progresista, no vamos a hacer mucho caso del grupo “Greco”, que en su ultimo informe reiteraba sus advertencias sobre los males que afectan a nuestra democracia, en relación con la corrupción, y que impiden -pues no se resuelven- considerarla definitivamente consolidada.
[dropcap]A[/dropcap]hora que los años 50 se han puesto de moda y no son pocos los que llevados del espíritu de los tiempos (de los años 50) ven «comunistas» hasta debajo de las piedras, que ya es agudeza visual, con lo difícil que se ha puesto ver uno de verdad, de los de asalto al Palacio de invierno y dictadura del proletariado que en paz descanse, como no sea que del permafrost en deshielo emerja uno envuelto en una nube de metano y enredado con algún cuerno de mamut, yo aconsejaría
[dropcap]Y[/dropcap]a tenemos Gobierno, de coalición por primera vez en la etapa democrática, y aparentemente de izquierdas mientras sus integrantes no demuestren lo contrario. El nuevo Gobierno llega entre buenas expectativas y el ataque furibundo de la derecha.