[dropcap]E[/dropcap]l titular tan llamativo no es un cebo para que hinques, amigo lector, tus ojos en mis letras. Ocurrió ciertamente que el mejor portero de toda la historia de la desaparecida UDS echó por tierra mi ilusión y mis carromatos de esperanza cuando, en una de sus grandiosas tardes, le dio por parar todo lo que ansiaba traspasar su feudo.