[dropcap]D[/dropcap]e repente hemos envejecido cincuenta años, así, sin comerlo ni beberlo.
Hemos dado un salto cuántico en el tiempo y nos miramos en el espejo de la vejez rotunda.
lorenzo sentenac
El síndrome de la urna fantasma
[dropcap]Q[/dropcap]uién nos iba a decir a nosotros, salidos de un periodo abstemio de 40 años sin votar, que íbamos a acabar hartos de las urnas. O eso dicen.
Colosos y siervos
[dropcap]S[/dropcap]i Europa es al día de hoy, o lo ha sido siempre (desde su fundación), o vaya a serlo en el futuro como proyecto inexorable además de indiscutible, un espacio político presidido por una dinámica entre colosos y siervos, países que mandan y países que obedecen, como defiende Juan Luis Cebrián en un reciente artículo, no debe extrañarnos entonces que uno o varios
En busca de la oportunidad perdida
[dropcap]I[/dropcap]ncluso aunque fuéramos a nuevas elecciones y el PSOE de Sánchez, más allá de los malabarismos increíbles del CIS (siempre a mano para encauzar la opinión política), obtuviera mejores resultados que en las precedentes elecciones inmediatas, no obstante podría estar perdiendo, en medio de una victoria pírrica, una oportunidad histórica. Pan para hoy y hambre para mañana.
La ecuación
[dropcap]A[/dropcap]l día de hoy la ecuación política que se presenta ante nuestros ojos asombrados (aunque curados de espanto) es la siguiente:
Axiomas espurios
[dropcap]P[/dropcap]odríamos decir por comparación que los axiomas son las partículas elementales del pensamiento, de la misma manera que los átomos son, según la teoría atomista, los elementos básicos del edificio de la materia.
Los primeros se imponen por su evidencia y los segundos por su consistencia. Los primeros son indiscutibles y los segundos indivisibles.
Régimen de alarmas
[dropcap]E[/dropcap]l régimen de alarmas institucionales suele ser coherente con el régimen de silencios, también institucionales. Se complementan y forman un todo institucional y autocomplaciente.
Los poderes fácticos y el voto “útil”
[dropcap]P[/dropcap]ara los poderes fácticos el único voto útil es el que les permite implementar su programa, independientemente del resultado de las urnas. Todo lo demás sobra.
PPSOE: estamos donde estábamos
[dropcap]L[/dropcap]as palabras no caducan hasta que no caducan las realidades que designan. Mientras tanto siguen vivas. Por eso nos es tan difícil prescindir de los términos «derecha» e «izquierda» en nuestro vocabulario político.
Las realidades que designan esas palabras no solo no se han desvanecido, sino que en muchos casos se han intensificado, aunque bajo ropajes novedosos.
La alianza progresista
[dropcap]E[/dropcap]n Europa, por lo general, los llamados partidos socialistas (en realidad neoliberales) se han ido a pique, o los votantes les han pasado una factura ruinosa en forma de sangría de votos en pago a sus acciones.