[dropcap]E[/dropcap]stos principios y valores son hoy más necesarios que nunca. Todos juntos debemos velar para que nuestra sociedad sea una sociedad de la que podamos estar orgullosos: no esa sociedad de sin papeles, de expulsiones, de recelo hacia los inmigrantes; no esa sociedad que pone en duda la jubilación, el derecho a la Seguridad Social; no esa sociedad donde los medios de comunicación están en manos de la gente pudiente: todo ello, cosas a las que no habríamos dado ningún crédito de haber sido los verdaderos herederos del Consejo Nacional de la Resistencia»
(STEPHANE HESSEL / «Indignaos”)
lorenzo sentenac
El no cambio
[dropcap]E[/dropcap]l “no cambio” se inaugura con frases como la de la de la nueva ministra de trabajo, Magdalena Valerio, cuando afirma que “no se puede derogar alegremente la reforma laboral”. Frase que podría haber dicho igualmente el presidente de la CEOE o Rajoy.
Involución
[dropcap]A[/dropcap] veces la democracia parece resucitar, aunque tal y como Nietzsche dijo de Dios, todo parece indicar que ha muerto definitivamente.
El golpe metafísico
[dropcap]E[/dropcap]l mercado no tiene quien le escriba, claro que tampoco le importa. Pasa de los ciudadanos escribientes y en general de todos los ciudadanos. Pero sobre todo pasa de los ciudadanos votantes, que son los peores.
La tropa
[dropcap]S[/dropcap]i tuviéramos que escoger una de las muchas razones por las que nuestro país pierde crédito y prestigio a raudales en el extranjero global, nos veríamos en un aprieto porque no son pocas. Pero bastaría con fijarnos en esa tropa de golfos y delincuentes que nos desgobierna desde hace ya tanto tiempo y cuyo número empieza a dejar pequeña no solo la lista de los reyes godos sino a todos los godos que en el mundo han sido, incluido Franco.
Interinos: El fraude de la «ley»
[dropcap]E[/dropcap]n uno de los primeros párrafos del ensayo de Manuel Rivas «Contra todo esto», se lee:
«El primer paso para detectar una injusticia es que comparezca el sentido de la vergüenza. Es lo que va a hacerla visible como injusticia. Hay un sensor muy especial que transforma ese golpe óptico de la vergüenza en partícula de conciencia. Ese desequilibrio eficaz que Víctor Hugo vislumbró como <<la posibilidad de una lágrima en los ojos de la ley>>, en una de esas épocas miserables, distópicas, en que la tarea de la verdadera justicia no es cumplir la ley, sino liberarla de ella misma».
Herejes
[dropcap]E[/dropcap]s sabido que de la mano de una política decididamente retrógrada, nuestro país se ha adentrado en un túnel del tiempo que nos devuelve como lectura aprovechable la «Historia de los heterodoxos españoles», de don Marcelino Menéndez Pelayo. Conviene por tanto familiarizarse de nuevo con el término de hereje y poner al día los métodos de la persecución para identificar el renovado olor a carne quemada que flota en el ambiente.
Tiempos modernos
“El alma y el cuerpo se duermen juntos… ¿Se acelera la circulación demasiado? El alma no puede dormir. ¿Se encuentra el alma demasiado agitada? La sangre no puede sosegarse; galopa por las venas con un ruido audible: tales son las dos causas recíprocas del insomnio”. EL HOMBRE-MÁQUINA / Julien-Offray de la Mettrie.
Más de lo mismo, pero con Wagner de fondo
[dropcap]A[/dropcap]l parecer y según declaran analistas expertos en la materia, en el PP hay preocupación y congoja -a pesar de los aspavientos de la reciente convención de Sevilla-, pero no por la gangrena que los inunda y los perjuicios que ello pueda ocasionar a nuestro país (cada vez con menos crédito a nivel internacional), que eso es lo de menos, sino por el posible sorpasso de C’s, que es el partido que mantiene en pie, aunque con frágiles andamios, esa misma gangrena.
No pasa nada
[dropcap]N[/dropcap]o pasa nada porque todo se detuvo hace mucho tiempo. Para que pase algo el tiempo tiene que suceder, y aquí no discurre desde que somos novios de la muerte. En esas modernidades, un tanto macabras, seguimos.