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Los Hart (A tricky town vol.3)

 

[dropcap]L[/dropcap]os entrañables Harry y Harriet Hart se conocieron siendo niños en un campamento de verano organizado por De todo Corazón, la ONG filo católica de la que sus padres eran miembros activos. Sus fines eran claros. Cultivar la paz y el amor en el mundo. Para los más peques, todas las actividades y juegos tenían un claro sentido bonificado. Los premios y medallas recaían en las manos y cuellos de los que mostraban buenos gestos, no de quienes obtenían las mejores puntuaciones, en nada influía ser miembro del equipo ganador o del que perdía. Redundante cuando la idea solo es una, aunque sea tan bonita como amar a lo prójimo.

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Los Mindel (A tricky town vol.2)

 

[dropcap]D[/dropcap]inero fácil para quién apostara porque terminarían por asociarse y compartir un proyecto de vida. Desde aquel párvulo septiembre fueron los primeros de la primera fila. Según pasaban los cursos el esfuerzo de la prisa dejó de ser necesario, los pupitres delanteros tenían sus apellidos.

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A tricky town

 

[dropcap]P[/dropcap]onte en situación, eres responsable de la junta vecinal de la exclusiva zona residencial de Vivirbienly Hills, que como todo el mundo conoce, tiene a bien implicarse activamente en las acciones sociales de la comunidad. Quien allí habita, posee guapeza, es holgadamente rico, preciadamente inteligente, de pulcro orden y muy como Dios manda, con noble y notable entrega. Normal que suene a cuento. Ah, nota, como es costumbre, tres familias colaborarán contigo en la organización y desarrollo de las actividades lúdico-culturales que se programan (y se llevan a cabo) anualmente. Tienes suerte y trabajo a partes iguales, los voluntarios de turno de tu año tienen gustos y costumbres muy heterogéneas, toda una oportunidad para enriquecer tu programa. Te presento a los voluntarios, los Mindel, los Hart y los Essex. 

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Moveyourself

 

[dropcap]L[/dropcap]evantarse con restos del cansancio que toda una noche de sueño no ha sido capaz de aliviar. Un café con leche tibia en una preciosa taza que hace que todo sepa más rico. Enviar un motivado correo lleno de buenas noticias y mejores intenciones y recibir inmediata respuesta de un tal Mail Delivery Subsystem. Glub…

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Sillas perfectas

 

[dropcap]A[/dropcap]l contrario de lo que dictaban las normas de lo económico, lo eficaz y su prima la irreverente e inefable eficiencia, le resultaba más común encontrarse con encargos de sillas de cuatro patas. Está bien cuando su ubicación permanente va a ser un hogar, aun así, siempre trataba de dar toda la información de que disponía a sus clientes. – Con tres patas, jamás cojeará.

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Almantes

 

[dropcap]F[/dropcap]eliz como una perdiz, se decía estar. Contaba con tener todo lo que necesitaba, él, Martillo Martínez. Esa sensación de dichosa tranquilidad, esa despreocupación propia de quien se sabe en posesión de cuanta herramienta necesita. ¡Problemas a mí! gustaba asomar desde la pequeña mueca de la comisura de sus labios.

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Mirror mirror

 

[dropcap]P[/dropcap]aparruchas desconocida persona. Quizá en su momento fueran algo más que cuentos con moralina para asustar a niños asustadizos. Sofisticados métodos de control parental para iletrados. Brujas y manzanas envenenadas te acechan detrás de cada alcornoque. Delante de cada bruja y manzana envenenada, por tanto, habrá un alcornoque. Por tanto…

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Agua

 

[dropcap]C[/dropcap]uenta la leyenda que el vaso situado sobre la fuente siempre mantenía su verticalidad y era sujetado por un magnetismo que le impedía separarse apenas escasos centímetros de su posición original, de ahí que resultara imposible vaciarlo. Se decía que había sido construida con el mismo mágico material con que se forjó Excalibur, la espada que ignoraba toda fuerza humana.

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Un ratito a pie y otro caminando

 

[dropcap]S[/dropcap]e levanta el telón y se ve a un tipo con traje y gabardina, gafas de sol, sombrero con pluma y maleta de ruedas. En su mano izquierda sostiene dos tarjetas que parecen ser unos billetes de avión. Me atrevería a decir que de ida. Su cara sugiere un ayquenollego!!! Su cuello se estira y se estira de tal forma que parece querer lanzar los ojos al mismísimo fondo del mismísimo santuario donde nació el mismísimo primer viento.

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