[dropcap]E[/dropcap]n aquella noche triste de San Policarpo hubo una familia que salvó sus vidas, pero perdió absolutamente todo lo demás. Es el caso que el hombre, al sentir como subía el agua, despertó a su mujer y a sus hijos y salieron de la casa, sin preocuparse de nada más. Parece ser que a su abuelo ya le había ocurrido algo parecido y lo contaba a menudo… Y este hombre fue de los que, con grave riesgo, se arrojó al Tormes varias veces, atado, para rescatar a otros… En dos ocasiones el éxito coronó su arrojo, hasta que, agotado y casi ahogado, fue sacado del agua con la cuerda…