[dropcap]E[/dropcap]ntre 1961 y 1965 tuve una intensa actividad en el mundillo del rugby. En el 62 yo ocupaba el cargo de Secretario de la Federación Castellana, del Comité de Árbitros, de Entrenadores y otras muchas ocupaciones. En la sede de la Federación, sita en un modesto local de la madrileña calle de Arlabán, no había tarde en la que no hubiese un cálido ambiente de camaradería entre jugadores, árbitros y federativos de toda edad y creencia. ¡Sólo faltaba, aunque no hacía ninguna falta, una cafetera que nos acompañase!