«Da mucha pena, y mucha rabia, ver a estos gigantes talados, amontonados o cargados ya en los camiones». Así se expresaban los paseantes este viernes al ver cómo los árboles que habían formado parte de su paisaje cotidiano iban cayendo.
«Da mucha pena, y mucha rabia, ver a estos gigantes talados, amontonados o cargados ya en los camiones». Así se expresaban los paseantes este viernes al ver cómo los árboles que habían formado parte de su paisaje cotidiano iban cayendo.