[dropcap]L[/dropcap]a Navidad es un tiempo de reencuentros, de celebraciones en familia, pero ahora los tiempos han cambiado y muchos han tenido que emigrar y están lejos.
[dropcap]L[/dropcap]a Navidad es un tiempo de reencuentros, de celebraciones en familia, pero ahora los tiempos han cambiado y muchos han tenido que emigrar y están lejos.
[dropcap]R[/dropcap]afael Zambrano se hallaba en su automóvil. Le dolía el cuello y tenía hambre, pero debía aguantar unas horas más si quería abastecerlo de combustible. En el vidrio frontal de su Ford Fiesta 2006 tenía marcado el número 47, con pintura líquida blanca para zapatos.
[dropcap]O[/dropcap]cho siglos contempla a nuestra Universidad y desde entonces millones de estudiantes han pasado por sus aulas, en la serie ‘Ilustres de la Usal’ queremos rescatar la vida y trayectoria profesional de algunos de estos alumnos con notoriedad mundial que se formaron en Salamanca.
[dropcap]S[/dropcap]egún la ONU 2,3 millones de venezolanos han emigrado de la nación sudamericana en los últimos tres años, en una diáspora que ha causado revuelo en la región. Gran cantidad de profesionales de diversas áreas forman parte de este éxodo, constituyendo una “fuga de talentos” sin precedentes en la historia del país petrolero
[dropcap]A[/dropcap]penas cruzó el puente internacional Simón Bolívar, en la línea fronteriza entre Venezuela y Colombia, un hombre moreno se le acercó y, deslumbrado ante el azabache intenso de su cabellera, le preguntó que si venía a vender sus ´mechones´. Natalia sonrió y negó con la cabeza. Pero el hombre tenía razón, pues la finalidad de su viaje era esa.
[dropcap]C[/dropcap]uando bautizaron a Lucía su padrino le regaló una cadenita de oro, tal y como lo dicta la costumbre en esas celebraciones religiosas. A su hermana, Karlita, apenas nació, sus padres le compraron una pulserita de oro con un dije de la Virgen María, como ofrenda a la madre de Dios por haberla traído al mundo, sana y salva, a pesar de que su gestación enfrentó complicaciones, derivadas de los altos niveles de toxoplasmosis que presentaba su mamá.
[dropcap]E[/dropcap]n su existencia de incansable luchadora social no imaginó que algún día tuviera que depender de una máquina para vivir. Elcida Sánchez de Ramón reside en un pueblo llamado Naranjales, al sur del Táchira, estado venezolano fronterizo con Colombia.