La sección sindical en Santa Marta de Tormes del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España, junto con el sindicato USO en Santa Marta de Tormes, sindicatos con mayor número de afiliados en esta Policía, denunciaron este domingo «el absoluto caos organizativo” en el que se encuentra sumida la plantilla de Policía Local de este municipio.
Afirman que la actual plantilla de la Policía Local cuenta con un Inspector, un subinspector, 3 oficiales y 20 agentes para cubrir las 24 horas del día los 365 días a la semana.
Tras la nueva reestructuración organizativa impuesta por la Jefatura, los cinco mandos de esta Policía, tienen un “cómodo” horario de oficina, de lunes a viernes por la mañana, dándose la paradoja de que «muchas mañanas hay 5 policías (mandos) en la oficina y solamente 2 agentes realizando labores de patrullaje al servicio de nuestros vecinos».
Los sindicatos explican que esta «desorganización» minimiza la presencia policial en la calle y también afecta a las tardes, noches y fines de semana al contar con menos medios policiales por encontrarse los mandos descansando.
Desamparo
«Esta circunstancia provoca que durante la mayor parte de la jornada, los policías tengan que tomar decisiones que no les corresponden, en total desamparo al no existir ningún mando responsable de turno, exigiéndose por parte de la Jefatura responsabilidades», señalan.
Asimismo, estos mandos desarrollan “labores administrativas de despacho”, dejando el trabajo “de calle” para los agentes quienes, además, tienen que hacer «todo tipo de informes, que corresponden a estas categorías superiores, e incrementando brutalmente la burocracia, lo que conlleva un mayor tiempo de los agentes elaborando informes en vez de patrullando».
Los sindicatos han explicado estas situaciones a la alcaldía «sin que se haya planteado ninguna solución al respecto».
Miedo y amenazas
Aseguran que «las quejas de los agentes han desembocado en una política del miedo, con amenazas constantes de expedientes disciplinarios, órdenes por escrito y contraórdenes verbales continuas no sabiendo los agentes a qué atenerse, solicitándoles informes por cualquier circunstancia, amenazas veladas etc., desembocando en un clima laboral irrespirable».
Para la realización de servicios extraordinarios remunerados, existía un protocolo equitativo de llamamiento por orden, pero «esto ha dejado de respetarse, siendo utilizado como una herramienta más para premiar a los que los mandos consideren».
Por todo ello, denuncian «la nefasta organización imperante, dirigida claramente a beneficiar las condiciones laborales de los mandos policiales en detrimento del servicio que los santamartinos se merecen y la política del miedo establecida para silenciar a los policías. La situación de la Policía Local de Santa Marta es una auténtica bomba de relojería».