Este miércoles se celebra el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple y Asdem, la Asociación Salmantina de Esclerosis Múltiple, ha salido a la calle para recaudar fondos e informar a la población sobre esta enfermedad. Se estima que en Salamanca puede haber en torno a 480 casos de personas afectadas por esta dolencia.
Distintas mesas de cuestación de Asdem han salido a las calles de Salamanca por el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple. Además de la colecta, la asociación ha preparado una actividad con un grupo de batuka que llenará de baile la ciudad desde la Calle Toro hasta la Plaza del Liceo. Después leerán el manifiesto.
Felipe Ramos, presidente de Asdem, ha manifestado que “reivindicamos hace muchos años la investigación porque es una enfermedad que está causando muchos problemas”. Se está trabajando para tratar de disminuir los efectos de la esclerosis múltiple y frenar los brotes de la enfermedad, pero aún no hay una solución que termine definitivamente con sus síntomas. Su origen se desconoce, no se sabe qué la causa, solo se sabe cómo evoluciona. “Se va perdiendo la mielina que recubre las colas de las neuronas, con lo cual se interrumpe la comunicación del cerebro al resto del cuerpo”, ha explicado Ramos.
Asociados
La EM, segunda causa de discapacidad después de los accidentes de tráfico, afecta a una de cada 1000 personas en España, en torno a 480 personas en Salamanca, de las cuales tan solo 190 son socios de Asdem. En la asociación han crecido hasta llegar a tener una residencia para 20 personas, un centro de día y mantener servicios de psicología, rehabilitación física, terapia ocupacional y logopedia. En su sede reciben 60 personas semanales.
Esta enfermedad limita considerablemente la vida de quienes la padecen. Dependiendo del grado de afectación, una persona puede necesitar ayuda constante o resultarle imposible acceder a determinados empleos que requieran esfuerzo en brazos o piernas.
El síntoma más notable es el cansancio. “Parece que lo llevamos puesto”, como declara Felipe Ramos. Pero van haciendo su día a día, aunque las actividades cotidianas las realicen más despacio de lo habitual.
Texto y foto: Paula Castro Morán
