[dropcap]L[/dropcap]a oposición a Enfermería realizada en las facultades de la Universidad de Salamanca ofrecían este domingo una imagen insólita en el campus, donde la media de edad superaba la treintena de años y el perfil de los ‘alumnos’ dista mucho del que se puede ver cualquier día a las 9.30 horas por los jardines y paseos del campus Unamuno.
Así, se han visto numerosos carritos de bebés y se ha escuchado el llanto de los pequeños, mientras uno de sus progenitores acudía a realizar la prueba y el otro se quedaba paseando por el recinto universitario.
Además se ha podido ver a los padres o parejas llevando a sus hijos a la prueba, parar justo en la entrada de la facultad, desearle suerte, y buscar aparcamiento.
Una vez en el interior de las facultades, llamó la atención las largas colas de que había en los aseos. “¡Por Dios! Está el baño lleno, así que mira cómo estamos”, comentó una de las personas que quería acceder antes de entrar a realizar la prueba.
Muchos de los bares del campus estaban a pleno rendimiento, cuando un domingo normal, o bien están cerrados o trabajando a medio gas.
Como nota anecdótica, las personas que accedían a la prueba recibían ‘regalos’ por parte de representantes de los sindicatos, desde bolígrafos, gominolas, folletos y hasta consejos para hacer bien el examen. Uno de ellos: ‘No elijas una respuesta sin haber leído todas las opciones. Lee bien las preguntas, lo que pone. Recuerda: entender la pregunta es la mitad de la respuesta”.
La Universidad de Salamanca prestó aulas de Medicina, Farmacia, Biología, Ciencias, Derecho, entro otras facultades para que 5.299 personas realizaran el examen. No obstante, sólo han concurrido 3.599 personas a realizar el examen en Salamanca. A nivel de Castilla y León, estaban inscritas unas 10.914 personas que optaban a 1.700 plazas.
