La calle que nos llevó a la modernidad en Salamanca

Es la trasera del antiguo 'Simago', donde vimos las escaleras mecánicas y la de Almacenas Arias, todo un hito de apertura comercial
Corrales de Monroy.

 

 

[dropcap]H[/dropcap]ay calles, que aunque están en el centro, las envuelve un halo de misterio. Corrales de Monroy es una de ellas. Comienza en la Calle Toro y casi finaliza también ahí.

Quizá la calle Corrales de Monroy puede deber su nombre a la famosa, María Rodríguez de Monroy, también conocida como María ‘la Brava’.

Recordamos un poco la dramática vida de esta mujer que no dejó a nadie indiferente. Cuenta la historia de Salamanca, que María ‘la Brava’ fue protagonista de una de las mayores disputas entre familias que ha conocido la ciudad. Por este enfrentamiento tenemos la Plaza de los Bandos. En el año 1465, los hijos de dos importantes familias salmantinas, los Manzano y los Enríquez (hijos de doña María), jugaban un partido de pelota, cuando en una disputa los dos hermanos Manzano mataron al menor de los Enríquez, y por miedo a las represalias que tomase hermano decidieron matarlo también a él y huir.

Al enterarse, doña María mandó a sus hombres a matar ambos hermanos, y ya muertos ordenó decapitarlos y deposito sus cabezas en la tumba de sus hijos. Esto provoco un enfrentamiento entre familias que dividió a la ciudad en dos bandos, dándole así nombre a la plaza.

Esta historia sucedió en el siglo XV y es posible imaginar que la parte donde hoy se encuentra la calle Corrales de Monroy fue el final de la ciudad, ya que esta zona está muy próxima a las antiguas murallas medievales, que se encontraban en la hoy avenida de Mirat.

Por lo que es muy probable que donde ahora se encuentra la calle de la que hablamos, hace más de 500 años se encontrasen los corrales de María ‘la Brava’, debido a la proximidad con la antigua casa de María Rodríguez de Monroy.

Otra posibilidad a la que puede deberse el nombre de la calle, según cuenta Ignacio Carnero en el Callejero histórico salmantino es que “en ella estuvo ubicada la casa solariega de los Monroyes, señores de Monroy, Tornadizos, Villanueva de los Pavones, Garriel y El Vecino, cuyo frontispicio estaba blasonado por el escudo de armas de dicha familia, compuesto por tres castillos de oro en campo rojo en el primer y cuarto cuarteles, y en el segundo y tercero, por veros (figuras de campanillas con las bocas opuestas) azules y argentadas”.

Tres edificios de interés

En esta calle, Corrales de Monroy podemos encontrar tres edificios singulares. El primero de ellos, el cual se encuentra en él número 5 de dicha calle sería el más antiguo de los tres, que data de principios del siglo XX (1900), es un edificio singular gracias a sus miradores continuos y su buena solución de esquina, aunque también cuenta con una sillería de piedra franca y una cerrajería variada de calidad, asimismo este edificio pertenece al estilo ecléctico, muy propio de la época.

El segundo más antiguo fue construido en el año 1925 por el arquitecto, Santiago Madrigal, que fue una de los grandes artífices de Salamanca durante la época modernista, aparte de hacer una buena aportación a la arquitectura de aquellos años, Madrigal realizó varios edificios en diferentes calles de Salamanca, como la calle Toro, la calle Azafranal, la plaza Santa Eulalia o la plaza del Liceo. Este edificio se encuentra en el número 2 y tiene un estilo neoplateresco, y con una sillería de piedra franca y rejerías que hacen de esta construcción un edificio singular.

El tercer ería el más reciente, concretamente del año 1960, que pertenece al historicismo de posguerra, de nuevo con una sillería de piedra franca y rejerías de aparte de un tratamiento diferenciado de plantas, y que se encuentra en el número 11 de la calle sobre la que escribimos.

Curiosidades

Resulta que esta calle no solo comprende tres edificios singulares, sino que, durante la década de los setenta fue la trasera de dos negocios que trajeron la modernidad madrileña a Salamanca. Por un lado, Simago, en el mismo lugar donde hoy está Carrefourd, cuyo supermercado trajo las primeras escaleras mecánicas que se habían podido ver en Salamanca. Luego llegarían las de la tienda de modas Paredes.

 

Y por otor lado, Corrales de Monroy también fue la calle donde se asentaron Almacenes Arias, toda una revolución, porque traían las ‘isletas’ con saldos, que fueron la perdición de muchas personas. Ahora, esas ‘isletas’ están en El Corte Inglés o en numerosos establecimientos, pero allá por los setenta fueron una gran novedad en la ciudad.

Por. Lujan Encinas

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