Unionistas no ha podido instalar gradas supletorias en Las Pistas para el partido de Copa contra el Real Madrid porque el Ayuntamiento de Salamanca no tramitó la licencia de obra en el complejo deportivo para las obras que hizo en 2002, por lo que no puede acometer nuevos cambios hasta que no regularice la situación, tal y como ya informó este lunes La Crónica de Salamanca.
A pesar de las informaciones de este periódico, apuntando a la responsabilidad del Consistorio en el fiasco de Las Pistas, el teniente alcalde y portavoz del equipo de Gobierno municipal de Salamanca, Fernando Rodríguez, compareció este martes para decir que la licencia “está en regla” y que el debate suscitado sobre esta cuestión “no tiene mucho sentido”.
Rodríguez recordó que la infraestructura deportiva fue adquirida a principios de los años 90 por el Ayuntamiento “con el PSOE de Jesús Málaga en el gobierno municipal”, y se mostró “seguro” de que “eran conscientes de que se podría utilizar para eventos deportivos de base y de gran nivel”.
Como si no se enterara de nada y, en consonancia con su habitual forma de proceder, tergiversando la realidad para favorecer sus intereses, el concejal mintió de nuevo este lunes, porque una cosa es la compra de las instalaciones, que está en regla (gracias a que estuvo Málaga) y otra bien distinta es que durante la gestión del PP se hicieron obras en Las Pistas que carecen de licencia todavía hoy y de aquellos polvos vienen estos lodos.
Pero qué cosa distinta se podía esperar de alguien con un pasado reciente salpicado de una autoconfesión de ser el autor de las anotaciones en B en la financiación de la campaña electoral de las elecciones municipales del PP en 1999.
Para colmo, remató su intervención del martes diciendo que el debate sobre la licencia de actividad y uso de Las Pistas del Helmántico “no ha lugar” puesto que, para el Ayuntamiento de Salamanca, “está en regla”.
Él habló de la de uso y actividad, pero no la de las obras que se hicieron en 2002, que no está en regla y es lo que ha impedido ahora poner las gradas supletorias para el partido contra el Madrid.
Este miércoles el concejal y portavoz del Ayuntamiento de Villares de la Reina, Fernando Martínez, declaró en El Confidencial que las obras del año 2002 no tienen la licencia aprobada porque el ayuntamiento de Salamanca gobernado por el PP no pagó las tasas correspondientes (equivalentes al 2% del valor de las obras), por lo que Fernando Rodríguez ha vuelto a mentir, según la versión del edil de Villares.
«Unionistas nos llamó el viernes a mediodía para tramitar una licencia de obra e incorporar graderíos hasta llegar a una capacidad de 10.000 personas», dice Fernando Martínez. «Y no es solo que no había tiempo suficiente para llevar a cabo el proyecto, sino que descubrimos que las obras de 2002, pese a que cumplían con los requisitos técnicos, tenían unas tasas que nunca se nos llegaron a abonar».
El Ayuntamiento de Villares sospechaba que existía esta deuda histórica con Salamanca, pero no pudo confirmarlo hasta el lunes: «Tenemos un archivo enorme y la mayoría no está informatizado. El lunes encontramos el expediente y vimos que, en efecto, las tasas no están pagadas. De todos modos, la tasa es un problema que se podría haber arreglado fácilmente, lo que no es tan fácil es realizar un estudio técnico en dos días para colocar ahí las gradas», dice Martínez.
Al día siguiente, Fernando Rodríguez salió diciendo que “todo está en regla”.
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2 comentarios en «Fernando Rodríguez se retrata en el escándalo de Las Pistas»
Las fuentes de la derecha son (presuntamente) su ley, sus costumbres y sus principios particulares de su derecho… Suma y sigue (presuntamente).
Al lío, ¿al final van a pagar lo que deben derivado de la tasa o la deuda ya está prescrita o cómo va la cosa? Porqué si está prescrita la deuda ya no tiene sentido reclamar el ingreso.
Y surge la siguiente pregunta, la prescripción de la deuda automáticamente otorga validez a la obra en todos sus aspectos o se tiene que volver a reclamar el ingreso de la misma…
El ayuntamiento de villares ni se molesto en dar permiso para poner unas gradas.