Un mes después de que el uso de la mascarilla fuera obligatoria en Castilla y León y 600 contagiados más en Salamanca, el Ayuntamiento de la ciudad del Tormes va a poner en marcha una campaña de concienciación para su uso.
A estas alturas, el que no se la pone es porque llevan tiempo haciendo caso omiso, y los demás cumpliendo de nuevo sin tener que contar con aportación alguna del consistorio de la ciudad del Tormes. De nuevo, unos responsables políticos locales desbordados por la situación e incapaces de empatizar con los ciudadanos.
Un Ayuntamiento que permaneció desaparecido durante el estado de alarma, llegó tarde y mal para establecer ayudas para los más afectados por la situación, que hizo dejación de funciones desde el minuto uno del estado de alarma y solo se ocupó de las terrazas, que solo llega a tiempo para hacerse las fotos y que no está a la altura, una vez más, de los ciudadanos ni de la ciudad.
Ahora se ha arrimado al Colegio Oficial de Médicos de Salamanca para impulsar una campaña a destiempo de concienciación social sobre la pandemia del coronavirus, a través de la que llaman a los ciudadanos «a no bajar la guardia en el cumplimiento de las normas sanitarias para el control de los contagios».
En su primera etapa, la campaña estará centrada en el recordatorio de la obligación de utilizar la mascarilla de manera permanente. Este primer mensaje se irá actualizando semanalmente a través de las redes sociales del Ayuntamiento de Salamanca y del Colegio de Médicos.
Desde que el uso de la mascarilla es obligatorio se han detectado 600 contagios más en la ciudad y poco se han preocupado hasta ahora. Ni siquiera cuando se produjo un positivo en la piscina de La Aldehuela supo reaccionar, solo se le ocurrió ocultarlo y una semana después, cuando saltó otro positivo en en la Sindical, decidió cerrar las instalaciones. Insuperable.
2 comentarios en «A buenas horas, mangas verdes»
Como siempre llegas tarde Carlitos tu sitio es la hura
Estaban confinados preparando la defensa en el juicio de la financiación ilegal del partido y el chanchullo de las primarias. Y muchos de los peperos sin poder comprar el pollito en los disco tugurios, pues no rinden para el trabajo.
Una de cal y una de arena, un personaje oscuro y gris, que pretende lavarse la cara con una mano mientras con la otra apoya a sus amigos los hosteleros aunque ello suponga ponernos a todos en riesgo. Deleznable, y lo peor es que algunos pardillos victimas le siguen votando. Es lo que tiene tener anestesiados con los toros fútbol y demás basura.