Luto en la Sala de las Tortugas (Adiós a Santiago Jiménez y Luis Alonso)

Santiago Jiménez, Antonio Garrido (director General de Iberduero), Emiliano Jiménez y José María Gorordo (Alcalde de Bilbao) en la XI Exposición Internacional de Minerales y Fósiles (Bilbao, 1988)

 

[dropcap]C[/dropcap]on profundo dolor tengo que comunicar el fallecimiento de dos grandes amigos, que fueron firmes pilares de la Sala de las Tortugas: Santiago Jiménez García y Luis Alonso Andrés.

Con ellos fueron muy abundantes las ilusiones compartidas, los grandes momentos, las alegrías por los éxitos y por el reconocimiento de nuestras obras. Espero poder seguir contando tantas anécdotas que vivimos juntos, pero en estos momentos la pena me embarga por la gran soledad en que nos dejan. Tiempo habrá, más adelante, para compartir aquellos alegres recuerdos, que fueron muchos.

Sean estas líneas como un homenaje a estos queridos amigos, que se nos fueron.

Santiago Jiménez García (1942-2020)

En los comienzos del año 87 Santiago Jiménez se puso en contacto conmigo. Tenía la intención de presentar en Salamanca la exposición itinerante «Minerales y Fósiles» que ya había recorrido muchos lugares de España. Desde el primer momento congeniamos. ¡Con una persona como Santiago no podía ser de otro modo! Hicimos las gestiones oportunas y se materializó su idea, ubicándose nada menos que en el Aula del Cielo de la Universidad de Salamanca, donde estuvo más de dos meses, batiendo todos los records de asistencia, con más de 30.000 visitantes.

A partir de ese momento tuvimos una intensísima actividad común. Cuando solicité el Aula Alfonso X El Sabio del Claustro universitario para instalar en ella la gran colección de vertebrados fósiles, me dijeron que no había presupuesto para adecentar la ruina en que se encontraba en aquellos momentos. Todo lo solucionó Santiago, que convenció a Iberduero, donde era el director de la Sección de Mineralogía y Paleontología, para arreglarlo y poner las vitrinas necesarias. De modo que puede decirse muy alto que sin él no hubiese nacido la Sala de las Tortugas, inaugurada con su presencia el 31 de mayo de 1988 en el Claustro de la Universidad de Salamanca. Allí lució durante 13 años, siendo visitada por más de 200.000 personas.

Con Santiago Jiménez, en Mazaterón (1990)
Con Santiago Jiménez, en Mazaterón (1990)

Esa actividad común a ambos hizo que la Sala de las Tortugas estuviese presente en las Exposiciones Internacionales de Minerales y Fósiles, de Bilbao, desde 1987, mostrando siempre lo mejor y los últimos hallazgos de cada año. La Sala de las Tortugas también acompañó en varias ocasiones a sus exposiciones itinerantes (Zamora, Benavente, Aranda de Duero, Arévalo), dando charlas y conferencias mientras duraban. Y asistí a cuantas reuniones científicas y homenajes organizó. Y, por supuesto, a la inauguración de su Museo de Ciencias Naturales de Arnedo, que era la «niña de sus ojos».

 

Por su parte él nunca faltó en ninguna de todas las actividades de la Sala de las Tortugas de aquellos años, especialmente en las grandes excavaciones en Zamora (Valdegallina, Casaseca de Campeán, Corrales del Vino, El Viso), Ávila (Arévalo), Soria (Mazaterón), Valladolid (Tordesillas), La Rioja (Villarroya) y Salamanca (Cabrerizos). Siempre estaba dispuesto a echar una mano en lo que hiciese falta, con su gran generosidad.

Fue decisiva su ayuda para la publicación de la revista Studia Palaeocheloniológica, la única del mundo dedicada exclusivamente al estudio de los quelonios fósiles, y de las 17 Notas Informativas de la Sala de las Tortugas.

Estuvo –¡cómo no!– en el 92, en los actos del III Congreso Geológico de España, presentando su exposición en el Aula de la Columna del Claustro de la Universidad de Salamanca, justo al lado de la Sala de las Tortugas.

Y así en tantas y tantas ocasiones. La última participación común fue con motivo de la reapertura de la Sala de las Tortugas, en noviembre de 2019, pero no pudo asistir por encontrase ya enfermo del mal que nos lo ha llevado.

Su amistad fue grande y profunda. Su marcha ha sido muy sentida en toda España. El hueco que deja va a ser muy difícil de ocupar. ¡Muy difícil!

Luis Alonso Andrés (1931-2020)

Luis Alonso, que nos dejó el pasado 10 de junio, fue un infatigable recolector de los fósiles de Corrales del Vino y su entorno. Nos presentó, en 1970, Bartolomé Casaseca, Catedrático de Botánica en Salamanca, que era pariente suyo.

Con Luis Alonso (Excavación de Corrales del Vino, 1991)

Con su hijo, Luis Alonso Santiago, hicieron importantísimos descubrimientos, tanto en el campo como en la investigación. Suya es la definición de Duerosuchus piscator, un extraño cocodrilo de discutida clasificación. Fueron también los primeros en descubrir restos fósiles con patologías de depredación. Y a ellos se debe el más importante hallazgo de tortugas fósiles en las canteras de Corrales del Vino, que dio lugar a dos campañas de excavación en pleno invierno, en las que nos ayudó el Ejército. Y es suyo también el hallazgo del cráneo del único vertebrado fósil del mundo en el que se ha detectado anodoncia.

Luis Alonso en la excavación de Casaseca de Campeán (1989)

Fue siempre un entusiasta colaborador, participando en todas las excavaciones en Zamora y Salamanca. Además organizó algunas por su cuenta, con fructíferos resultados. Estuvo en todos los actos solemnes de la Sala de las Tortugas, desde antes de su fundación hasta el último, la reinauguración del año pasado.

¡Santiago, Luis, os vamos a echar mucho de menos, pues siempre estuvisteis ahí, al pie del cañón! ¡Descansad en Paz!

Por Emiliano Jiménez, fundador de la Sala de las Tortugas, en la Facultad de Ciencias de la Usal

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