A estas alturas es difícil saber cuánto gel hidroalcohólico has restregado entre tus manos. De entrada, lo más eficaz es lavarse las manos con agua y jabón, pero si no se puede, este es el mejor remedio.
Es un hábito más que hemos tenido que incorporar a nuestras vidas debido al coronavirus y puede ser vital, porque la principal vía de infección es el tacto. Nuestra mano entra en contacto con el virus y cuando la llevamos a la boca, nariz y ojos el coronavirus en nuestro organismo a través de las mucosas ya contaminadas. Y nos tocamos la cara cientos de veces al veces (hay estudios que lo cifran entre 2.000 y 3.000 veces al día,…).
De la escasez inicial de hidrogel hemos pasado a una sobreoferta actual que nos desborda. Pero el colegio de Enfermería ha elaborado un gráfico en el que alerta de que hay productos que pueden pasar por geles hidroalcohólicos cuando no lo son, y eso puede generarnos un serio problema de salud.
El gel hidroalcohólico ideal tiene que tener, al menos, un 70% de concentración de alcohol. Por debajo de ese porcentaje no es efectivo y estaríamos hablando de otra cosa.
Debe tener entre un 70% y un 90%, pero no más porque se evaporaría rápidamente y no estaría el tiempo suficiente en contacto con el virus y las bacterias para eliminarlos.
Hay que distinguir entre un higienizante (pueden ser los que están por debajo el 70% de alcohol) y un desinfectante, que es el que interesa contra el coronavirus. El desinfectante, además del contenido de alcohol mencionado, debe ajustarse a la norma UNE EN 14476, dato que se puede encontrar en el etiquetado el envase.
El Colegio de Enfermería también insiste en algo que muchos incumplimos, y es el tiempo que hay que estar frotándose las manos: entre 20 y 30 segundos y dejarlo secar para que haga efecto.
