Los estudiantes de la Universidad de Salamanca mostraron este miércoles su “indignación”, a través de sus representantes en el Consejo de Delegaciones de Estudiantes, con respecto a su posible vinculación con el aumento de la incidencia de casos positivos por Covid-19 en la ciudad charra, ya que consideran que se les está “culpabilizando de manera excesiva”.
C.T.M. / ICAL. Así lo afirmó el presidente del Consejo de Delegaciones de Estudiantes de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Otero, quien lamentó, en declaraciones a Ical, las palabras de la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, que señaló que el comportamiento de los estudiantes de la Usal “pone en riesgo la presencialidad” en las aulas del Estudio salmantino.
Según Otero, dichas declaraciones “transmitieron incertidumbre a la mayoría de los estudiantes”, que durante todo el martes trasladaron sus dudas sobre el posible cierre de las aulas al Consejo de Delegaciones, si bien los responsables de este, en comunicación “constante y directa” con el Vicerrectorado de Estudiantes y Sostenibilidad de la Usal, pudieron “tranquilizar” a los alumnos puesto que “por ahora, no se va a cerrar la universidad”.
En cualquier caso, el presidente del Consejo de Delegaciones de Estudiantes de la Usal sí señaló que los propios alumnos son “los primeros” que quieren que “la universidad sea presencial” y que, para defender eso, están “concienciados” de que “con actos que vulneren las normas sanitarias, no sabemos cuánto va a durar la presencialidad”.
Por ello, Otero criticó que se esté culpabilizando a toda la comunidad universitaria salmantina porque, en general, “los estudiantes no lo están haciendo mal, son solo cuatro los que la están liando”, en consonancia con la idea manifestada esta mañana por el vicerrector de Postgrado y Formación Permanente de la Usal, Nicolás Rodríguez, que consideró “un error focalizar y colocar el objetivo sobre la comunidad universitaria” salmantina cuando los casos positivos son 72 en una universidad que cuenta con casi 30.000 estudiantes.
“Si hablamos en porcentaje, puede ser el mismo que en cualquier otro ámbito de la sociedad”, declaró Otero, quien señaló que “el coronavirus no lo hemos traído los estudiantes, ya estaba en Salamanca y en agosto se pasó una etapa dura sin estudiantado”, por lo que consideró que se está pecando de “alarmismo” con la señalización a los estudiantes, que según su representante en la Usal, forman “parte de la solución, no del problema”.
Apuntar a “lo fácil”
En la misma línea se manifestó la presidenta de la Delegación de Estudiantes de Derecho de la Usal, Celia Carrasco, quien aseguró que “una gran mayoría” de los alumnos de la Universidad de Salamanca se comportan con “responsabilidad” ante la situación porque llegan a la ciudad charra para “estudiar y tener una docencia de calidad y presencial”, frente a “unos pocos estudiantes para los que prima la actividad social y reunirse en botellones y novatadas”. “No nos representan, pero hacen mucho daño”, concluye Carrasco.
En cualquier caso, esta joven estudiante de Derecho considera que focalizar el debate en los alumnos universitarios es “apuntar a lo fácil” además de “una forma de intentar tapar todos los fallos y déficits institucionales por la falta de gestión y control de la pandemia”, porque en su opinión “la Universidad de Salamanca sí está preparada, la que no ha estado preparada ha sido la ciudad, que ha primado mantener el ocio y la economía antes de preocuparse por lo que da calidad a Salamanca, que es su universidad”.
Por ello, Celia Carrasco apunta que existe “muchísima indignación” entre los estudiantes “y no hacia la Universidad, que sí nos está teniendo en cuenta, sino hacia instituciones como la Junta, porque no nos dan respuesta” y, además, está “tomando decisiones sin conocer la opinión del estudiantado desde dentro”.
A pie de campus
También, a pie de campus, y en relación al respeto de las normas, opinan estudiantes de Derecho, Ciencias Sociales y Medicina. Precisamente una alumna de esta Facultad señala que, entre sus compañeros, “al tener la experiencia de primera mano” con el virus, están “siendo conscientes y responsables”. Misma situación que afirma una joven estudiante de Ciencias Sociales que se da en su entorno, señalando que “se culpa mucho a los estudiantes cuando fuera de la universidad hay mucha más gente que se salta las normas”.
Todo por la sobreexposición de las fiestas universitarias: una realidad que esta joven afirma que “no es solo problema de los estudiantes, sino de los empresarios que las organizan y no obligan a los jóvenes a cumplir las medidas”, y que también señala otro joven estudiante de Derecho para sumar “las fiestas de los pisos”. Una situación ante la que recomienda “no ir” para evitar la multiplicación de casos, si bien “siempre va a haber alguno”.
Campañas de concienciación y voluntariado
Precisamente frente a la imagen de los estudiantes que acuden a las fiestas y reuniones en los pisos, los representantes estudiantiles reivindican la figura de aquellos alumnos que han formado parte de las campañas de concienciación que la Universidad y el Consejo de Delegaciones de Estudiantes llevan realizando “desde julio” para recordar a sus compañeros que “si las novatadas y las fiestas ya estaban mal vistas antes, ahora se deben erradicar por imperativo sanitario”.
De hecho, gracias a estas campañas muchos estudiantes han demostrado “que se puede hacer bien”, como demuestra, en opinión de Juan Manuel Otero, el hecho de que solo 72 alumnos de los casi 30.000 estudiantes que pertenecen a la Usal hayan dado positivo por coronavirus, “una minoría que no hace lo que debe pero que no representa al resto” como, en cambio, sí hacen “los cientos de alumnos de las facultades biosanitarias que, voluntariamente, trabajan en los laboratorios o realizan PCR para ayudar a acabar con la pandemia”.
1 comentario en «Los universitarios indignados porque consideran que se les está “culpabilizando de manera excesiva”»
Si sólo fuesen irresposables los estudiantes, eso significaría que Palencia es un ciudad más universiraria que Salamanca, ¿no? Pues la han confinado antes.
Ahí lo dejo