Perfumerías Avenida logró ante Casademont Zaragoza su undécima victoria consecutiva para seguir como equipo invicto en esta temporada.
Pero, en contra de lo que pueda parecer, el 92-73 final puede llevar a engaño si tenemos en cuenta los primeros 20 minutos que hizo el equipo salmantino, «los peores desde que estoy aquí», Roberto Íñiguez dixit.
Tal es así que Perfumerías Avenida se marchó al descanso nueve puntos abajo, 34-43, con malas sensaciones en defensa, perdiendo el rebote y con poca fluidez en ataque.
Pero, en apenas unos minutos todo cambió; reflexivo, calmado y sin romper ninguna pizarra, el entrenador del equipo salmantino, Roberto Íñiguez, hizo ‘clic’ en la cabeza de las sus jugadoras para que se desatase el vendaval en ambos lados de la canasta.
Diez minutos le bastaron a Perfumerías Avenida para firmar la friolera de 41 puntos, siete más que en los primeros 20 de juego, encajando tan solo 13 puntos, para darle completamente la vuelta al marcador y fijar un 75-56 que muy pocos hubiesen imaginado.
«La verdad es que es el día que menos me he enfadado, no he roto ninguna pizarra y no he montado ningún espectáculo; solo les he dicho a las jugadoras que había que ser positivas y ser lo que nosotras somos, haciendo una pequeña reflexión. En la primera parte, he visto también un banquillo un poco en ‘shock’ y un equipo es un equipo cuando las cosas van mal. Si queremos ser un gran equipo, todo el mundo debe apretar y tener una actitud positiva».
Ésta fue la primera reflexión de Íñiguez tras el final del partido que cayó del lado de Avenida, aunque fue más allá e indicó lo siguiente: «Al final de la primera parte estaba disgustado, pero he pensado bien las cosas y he hecho lo que me gustaría que me hubiesen hecho a mí si fuese jugador, cómo podía ayudar al equipo, con una reflexión conjunta y creer en lo que hacemos».
Un total de 41 puntos en 10 minutos le han dado la razón.
