Hay relaciones que empiezan no se sabe muy bien cómo, pero que terminan teniendo el final deseado, un ‘feeling’ especial y una complicidad que supera cualquier obstáculo.
La misma complicidad que tiene el actual entrenador de USAL La Antigua, Óscar Núñez, con la victoria en sus tres etapas como entrenador del club en Liga EBA. Poco más hay que decir ante sus 30 victorias y 10 derrotas en los cuarenta partidos que ha dirigido al equipo en esta categoría.
O lo que es lo mismo, un 75% de victorias avala la trayectoria de alguien que no le da importancia a las cifras y si al trabajo que te lleva a conseguirlas; alguien que no necesita llenar su ego de triunfos y que prefiere que esa mochila rebose de actitud y trabajo para poder disfrutar de un triunfo.
Y es que, por duro e injusto que parezca, un entrenador solo pierde en las derrotas, pero raramente gana en las victorias, en una máxima que se cumple siempre en el deporte: ganamos nosotros, perdió él. Pero, pocas veces ha tenido Núñez que probar el amargor de una derrota en sus tres etapas en el EBA del CB Tormes, equipo al que dirigió en la mágica temporada 2014-2015 con la fase de ascenso a Plata en Coín derrotando al Real Madrid de un imberbe Luka Doncic. También se puso al frente tras las destitución de Avelino García la pasada campaña, que se tuvo que interrumpir por la Covid-19, y ahora ha vuelto a coger las riendas del equipo desde el inicio, con un parcial de 5-0 a su favor.
«Para mí, estas cifras son solo eso, números; no tienen más importancia porque para mí entrenar es un hobby con el que disfruto, y si no fueran bien las cosas, sería el primero en apartarme porque lo único que quiero es ver al club lo más arriba posible. Obviamente, como a todo el mundo, me gusta ganar y trabajo para ello cada día, pero no tengo ninguna ambición personal porque son los chicos los que ganan. Al final, los entrenadores nos equivocamos en muchas cosas y a veces queremos dar lecciones sobre la pista y hacer obras maestras, cuando lo más importante es que el jugador sea feliz y disfrute con lo que hace. Este año tenemos buenos jugadores y buena gente».
Así valora el entrenador de baloncesto salmantino ese parcial de 30-10 que lleva en su palmarés en Liga EBA con el CB Tormes, que ha dejado cifras para recordar. No en vano, en la temporada 2014-15, y después de tocar fondo perdiendo en Venta de Baños, Óscar Núñez levantó la nave de ese equipo que terminaría jugando fase de ascenso a LEB Plata, para sumar 12 victorias consecutivas (jornadas 7 a 19), finalizando la racha contra el mismo rival; cosas del destino.
«Recuerdo esa racha de 12 partidos sin perder, porque partimos de un momento muy malo tras caer encajando mucho contra Venta de Baños, un rival de la parte baja de la tabla. Creo que nos sirvió como toque de atención y aprendimos mucho de esa derrota porque crecimos y nos hicimos fuertes como equipo», recuerda Ñúñez.
De esas 30 victorias, ¿cuáles guarda con mejor recuerdo? «Como entrenador con el EBA, me quedo con dos: la victoria contra el Zamora que nos metió en la fase de ascenso en un partido jugado en Würzburg ante más de 1.500 personas; y, como no, la victoria ante el Real Madrid en esa misma fase de ascenso disputada en Coín».
Ahora, en su temporada al menos más rara, encadena un inicio de Liga inmaculado, con un parcial de 5-0 y liderato. ¿Se parece algo a la 2014-15? «No veo similitudes de esta temporada con la que jugamos fase de ascenso; de momento es algo anecdótico, aunque siempre es mucho mejor comenzar así, claro. El equipo ha demostrado que tiene capacidad de ganar a cualquiera, pero también podemos perder contra cualquiera en una campaña en la que hay que luchar primero cada jueves por no tener ningún positivo y el sábado en la cancha«, concluye el salmantino.
Sus números en Liga EBA:
Temporada 2014-15: 19 victorias y 7 derrotas
Temporada 2018-19: 6 victorias y 3 derrotas
Temporada 2020-21: 5 victorias y 0 derrotas
Total: 30 victorias y 10 derrotas
