Estar entre los 10 médicos españoles más influyentes del mundo es el reconocimiento a un gran trabajo, a una trayectoria positiva en el mundo de la investigación.
Y si se trata de cómo hacer frente al cáncer, el mérito es aún mayor; el mieloma múltiple es uno de los quebraderos de cabeza del servicio de Hematología del hospital de Salamanca, en el que está integrada María Victoria Mateos, quien reconoce que cuando recibe un premio no es solo suyo y sí de todo el grupo de trabajo que hay detrás.
La hematóloga del hospital de Salamanca, mira con optimismo al futuro y un sueño para ella sería ver cómo el cáncer puede curarse de manera definitiva o, en su defecto, que con un tratamiento, el paciente pueda vivir los mismos años y con la misma calidad de vida que si no hubiese tenido cáncer.
Muy importante son la investigación y los estudios; ¿cuántas publicaciones ha realizado?
De memoria… entre 250 y 300 en revistas científicas que están indexadas y aparecen en los motores de búsqueda; pero, más importante que el número es la cifra de citas que tienen otros autores en sus investigaciones y que referencian las mías; eso, al final, genera unos índices en cuanto al número de publicaciones y que te ponen en un nivel o en otro. El mío, por fortuna, es bastante elevado.
De todas sus publicaciones, ¿con cuál se queda?
Bueno, siempre hay algunas más importantes que otras; creo que una de las mejores fue publicada en 2013, el 1 de agosto, en el ‘The New England Journal of Medicine’ como autor o primer autor. Se trata de un estudio español, dentro del grupo del mieloma, con 120 pacientes españoles con un tipo de mieloma especial, el asintomático, que fueron incluidos con un tratamiento que mostró un beneficio muy importante para ver si se retrasaba la progresión de la enfermedad, algo que demostramos y confirmamos en ese estudio.
También me quedo con una de mis primeras publicaciones en la que fui primera autora, con un fármaco en 2004, que decidimos combinarlo con otro para pacientes con mieloma de nuevo diagnóstico de más de 65 años. Fueron 60 pacientes españoles los que lo recibieron primero, dando lugar luego a un ensayo de más de 700 pacientes, que sentó la base para la combinación de esos fármacos que hoy, 15 años después, sigue en pie.
En 2016, recibió el premio al mejor proyecto de innovación en Hematología por su trabajo sobre el tratamiento precoz del mieloma múltiple asintomático de alto riesgo. ¿Qué supuesto este reconocimiento?
Los premios son importantes, pero a veces un poco injustos. Son nominales y van dirigidos a una sola persona o dos, pero creo que es necesario saber que detrás de todo esto hay muchos profesionales dentro del grupo español contra el mieloma, con más de 90 hospitales trabajando de manera conjunta y de manera homogénea; el premio es de todos.
¿Qué significa estaré entre los 10 médicos españoles más influyentes del mundo?
Es un orgullo y una buena noticia que tiene mucho que ver con la pregunta anterior; estar en este lista y tener influencia se refiere a ser una referencia en las publicaciones de otros autores, no solo en las tuyas, que sean referenciadas y citadas. Para mí, más importante que estar yo, es que haya 10 médicos españoles y en la rama del cáncer fundamentalmente, más en los tiempos actuales. Es bueno que este mensaje llegue a la sociedad porque puede estar muy orgullosa de los investigadores que hay en España.
Médico, investigadora… ¿hay tiempo para algo más?
Tengo que tenerlo, porque para mi familia y para mí es muy importante; porque para que tu vida personal funcione con mucho trabajo, viajes, congresos algunos fines de semana… hay un soporte familiar que entiende y respeta esto, además de apoyarlo, por lo que tengo que devolvérselo de alguna manera. No tanto como me gustaría, pero siempre que sea posible hay que hacer cosas con los tuyos, reunirte con los amigos…
Un sueño que le gustaría ver cumplido en su ámbito…
Por suerte, me quedan muchos años de trabajo y espero poder cumplir muchos más sueños; la verdad es que prefiero cumplir metas a corto plazo y los avances que estamos viendo con los tratamientos contra el mieloma son ya impresionantes. Pero hay pacientes en los que la enfermedad es más agresiva y no somos capaces de controlarla y no responden al tratamiento. Un sueño a corto plazo sería saber por qué hay pacientes que no responden y la enfermedad va demasiado rápido; ojalá se pudiese curar, pero de momento que sea crónica es un gran avance.
¿Se ve fuera de Salamanca algún día?
Nunca se puede decir que no, no lo sé. La primera premisa es querer salir de Salamanca porque si quieres, al final encuentras otro sitio. Yo he recibido ofertas, pero por el momento prefiero estar aquí y hacer todo lo que hago y me permiten hacer. Contamos con un servicio organizado que nos permite hacer a cada uno lo que nos gusta y una mayor especialización. Estoy abierta a otras cosas, pero será en el futuro en todo caso.
En el extranjero, si soy sincera, tengo que decir que me encantaría, pero hay más cosas aparte de mí, como es la familia, y eso te condiciona un poco, como es lógico. He tenido ofertas de fuera, pero de momento sigo aquí.
¿Llegaremos algún día a no morir como consecuencia de un cáncer?
Por supuesto; ya hay muchos tipos de cáncer en los que el paciente muere de otra cosa que nada tiene que ver. Generalizarlo es complicado porque la palabra cáncer es muy amplia. Es cierto que tenemos muy buenos datos en algunos, que son curables y los pacientes hacen una vida normal y otros tipos que requieren más esfuerzo. Diría que si un paciente con cáncer llega a vivir lo mismo que si no lo tuviera gracias a un tratamiento y con buena calidad de vida, sería un objetivo válido.